Un lugar a donde ir - María Oruña

FICHA DEL LIBRO
Autora:	María Oruña
Título:	Un lugar a donde ir
Editorial:	Destino
Año de edición:	2017
Género:	Thriller
ISBN:	9788423351855
Páginas:	520

Sinopsis:

Han transcurrido varios meses desde que Suances, un pequeño pueblo de la costa cántabra, fuese testigo de diversos asesinatos que sacudieron a sus habitantes. Sin embargo, cuando ya todo parecía haber vuelto a la normalidad, aparece el cadáver de una joven en La Mota de Trespalacios, que es el lugar donde se encuentran las ruinas de una inusual construcción medieval. Lo más sorprendente del asunto no es que la joven vaya ataviada como una exquisita princesa del medievo, sino el objeto que porta entre sus manos y el extraordinario resultado forense de su autopsia. Cuando hasta los más escépticos empiezan a plantearse un imposible viaje en el tiempo, comienzan a sucederse más asesinatos en la zona, que parecen estar indisolublemente unidos a la muerte de la misteriosa dama medieval. Mientras Valentina Redondo y su equipo investigan los hechos a contrarreloj, Oliver Gordon, ayudado por su viejo amigo de la infancia, el músico Michael Blake, buscará sin descanso el paradero de su hermano Guillermo, desaparecido desde hace ya dos años, descubrirá que la verdad se dibuja con contornos punzantes e inesperados.

Opinión personal:

María Oruña tuvo un excelente debut en el mundo literario con su primera novela, "Puerto escondido", que recibió unas críticas muy buenas tanto de los medios especializados como de la comunidad bloguera. La verdad es que a mí me sorprendió, a pesar de unos cuantos peros que encontré en ella. Cuando me enteré, a través de las redes sociales, que se iba a publicar una nueva entrega de la Serie Oliver Gordon, me sumé al entusiasmo generalizado por leerla, más que nada para ver la evolución de su autora. Hoy os puedo traer mis impresiones gracias a Inés, la bloguera rubia del Mediterráneo, que fue quien me regaló el ejemplar y tuvo el detalle de que su propia autora me lo dedicase.

Un lugar a donde ir tiene el arranque idóneo para enganchar al lector entre sus páginas: el cadáver de una "princesa medieval", que porta entre sus manos una moneda antigua, es hallado en pleno siglo XXI, molestándose mucho su asesino en preparar una puesta en escena del crimen bastante inusual. Tal anacronismo podría ser el argumento de una película de viajes en el tiempo, pero nada más lejos de la realidad. Así comienza la nueva novela de María Oruña y la segunda entrega de la serie protagonizada por la teniente de la Guardia Civil Valentina Redondo y por Oliver Gordon. Novela que se puede leer independientemente, sin necesidad de haber leído la anterior entrega, puesto que ambas son autoconclusivas y la autora ha evitado la inclusión de cualquier spoiler que pudiera desvelar más de lo pretendido.

Han transcurrido seis meses desde que Oliver Gordon llegó a Suances para afincarse en Villa Marina, una magnifica casa colonial que ha decidido explotar como un pequeño hotel con encanto, dada su localización en la misma playa de la Concha. Oliver tiene una relación con Valentina Redondo, la teniente de la policía judicial que se hará cargo del crimen con matices medievales que acapara la atención de todos los medios. Nuestra protagonista cree que el asesino volverá a matar y no errará mucho en sus suposiciones.

Esta novela no repite la misma fórmula estructural de "Puerto escondido" y eso es un punto a su favor, porque creo que dicho patrón estaba demasiado manido. Su ambientación se localiza en Santander pero, a través de una serie de flashbacks, la autora nos trasladará a otros rincones del mundo tales como Alemania, Polonia, Italia o México. María ha llevado a cabo un gran trabajo de documentación que vamos a ver plasmado en la excelente ambientación de los diferentes escenarios donde se desarrollan los acontecimientos. Consigue recrear el entorno con tal realismo, que parece que te encuentres allí mismo, saboreando ese clima tan especial del norte del país. El lector conocerá una ciudad llena de magia, de rincones perdidos y lugares olvidados saturados de historia, de encanto. Desde hace un tiempo hay cada vez más adictos al turismo literario, que aprovechan sus viajes para visitar los lugares que se mencionan en los libros, y en Un lugar a donde ir van a encontrar una excelente guía viajera e histórica de Cantabria. He disfrutado buscando, con la ayuda inestimable de "san glugle", fotografías de los distintos escenarios que María menciona en su novela y que me encantaría poder visitar algún día porque algunos son espectaculares y únicos. Y como historiadora del arte, me ha gustado que la autora haya incluido en la trama temas relacionados con la arqueología. También se demuestra su labor de documentación en lo referente a las labores de investigación policial y al dominio de la psicología criminal. Aunque aquí tengo que decir que ha pecado al extenderse en ciertas explicaciones demasiado técnicas que considero innecesarias  y que pueden llegar a aburrir al lector.

María Oruña ha conseguido crear una novela que invita a la reflexión porque sus personajes buscarán sus propias motivaciones en esta vida, renunciando a muchas otras cosas (al confort, a tener pareja o a una vida familiar). Personas reales, de carne y hueso, con sus luces y sus sombras, que necesitan respirar y sentirse vivos, en una persecución incansable del conocimiento y la aventura. Una historia llena de musicalidad porque esta novela tiene una banda sonora propia. Personalmente no le he visto interés alguno, puesto que los gustos musicales de María difieren de los míos y su inclusión consigue que, en ocasiones, se pierda el ritmo narrativo cada vez que los saca a colación.

Un lugar a donde ir cuenta con varias subtramas que se irán entretejiendo para componer una historia compleja, y está narrada a dos voces que hilarán perfectamente toda la historia. Una lo hace en tercera persona con un narrador omnisciente, que muestra al lector los diferentes puntos de vista de todos sus personajes, permitiéndonos avanzar en cada una de las líneas argumentales y contribuyendo a agilizar el ritmo. Y también tenemos parte de la narración en primera persona, un monólogo interior con connotaciones intimistas, de uno de sus personajes: el Viajero del Sótano de las Golondrinas. Un misterioso personaje que parece saber más de lo que realmente cuenta y del que no desvelaré mucho más. Podría decirse que esta es una novela coral, dado el gran elenco de personajes que pululan por ella, estando algunos mejor pulidos que otros. Cuenta con un estilo directo y una prosa muy elaborada y pulcra, en la que predomina lo descriptivo sobre los diálogos, lo que puede restarle un poco de fluidez a la trama.

En resumen, Un lugar a donde ir es una novela de misterio compleja y bien elaborada, que invita a la reflexión y cuenta con una correcta dosificación del suspense así como de breves pinceladas de humor que le aportan frescura y rebajan la tensión narrativa. Su planteamiento inicial es muy bueno, pero su final, a pesar de ser correcto y de dejarlo todo bien conectado, me ha resultado algo rebuscado. Su autora homenajea el trabajo realizado por los arqueólogos, geólogos y espeleólogos. Una novela que recomiendo a todos los amantes del género.

Y como siempre digo: esta es la opinión de una simple amante de la lectura, no de una crítica literaria.

Su autora:

María Oruña (Vigo, 1977) vive en Galicia, aunque de padre cántabro y pasa muchos veranos en Cantabria, donde ha ambientado Puerto Escondido. Es abogada y ha ejercido durante diez años, tomándose un breve respiro para investigar, escribir y ser madre. Actualmente, ha vuelto a ejercer por su cuenta y está recabando datos para otra novela que, aun siendo independiente a Puerto Escondido en cuanto a trama principal, planea hacerla con los mismos personajes y resolver así alguna trama secundaria del primer libro.