Editorial: | |
Año de edición: | 2025 |
Páginas: | 392 |
P.V.P. | 20,90 euros |
Sinopsis:
Es una calurosa noche de julio en Madrid cuando dos hombres son destripados y lanzados al vacío desde un puente de la M30 en lo que parece un siniestro ajuste de cuentas entre clanes. Sus vísceras aterrizan sobre un descapotable que termina hundiéndose en el Manzanares con sus ocupantes, tres chicas que volvían de fiesta. Una de ellas fallece en el acto: es la hija pequeña del comisario, quien exige a sus agentes respuestas rápidas y poco ruido en los medios. Se trata de una orden casi imposible de cumplir por el subinspector Jotadé Cortés, el único policía gitano de su comisaría y un irreverente sin remedio que aborrece las jerarquías y acostumbra a saltarse las normas. Pero todos saben que también posee una intuición por encima de la media y que fue el hombre de confianza de la inspectora Indira Ramos en su último caso. Leal a sus compañeros y respetado en la calle, Jotadé se encontrará en una encrucijada que le obligará a volver a un pasado incómodo y a hacer lo imposible para proteger lo más importante de su vida.
Fuente: web de la editorial
Opinión personal:
En la novela Indira apareció un personaje que me
conquistó por completo: Juan de Dios Cortés, Jotadé. Un policía atípico, de
etnia gitana, rebelde y deslenguado, con un presente que lo desafía
continuamente. Creo que no fui la única que quedó prendada de Jotadé, y quizás
por eso Santiago Díaz ha decidido darle su propia serie. Y, como era de
esperar, la ha liado parda.
Todo se inicia con un crimen impactante en la M30, cuando dos
hombres son ahorcados desde un puente, provocando un accidente de tráfico en el
que hay una víctima colateral: la hija pequeña del comisario de Homicidios. Lo
que parecía un ajuste de cuentas se convierte pronto en una trama mucho más
turbia. El encargado de investigar el caso es el subinspector Juan de Dios
Cortés, conocido por todos como Jotadé. De etnia gitana, con un carácter tan
complicado como magnético, y con métodos que rozan (o cruzan) los límites. Un
hombre que no encaja en ninguna parte, pero que no piensa quedarse callado y se
replanteará sus propias lealtades…
Con esta premisa tan seductora para cualquier amante de este género
literario comienza una novela en la que se plantea un triple caso criminal que
se va desarrollando de forma simultánea a lo largo de la trama. Estamos ante la
primera entrega de una nueva serie que, en cierto modo, conecta con la trilogía
de Indira Ramos. Por lo tanto, nos vamos a reencontrar con viejos conocidos
como Iván Moreno, que intenta cambiar de vida lejos de Madrid, aunque echa una
mano extraoficialmente en alguna que otra investigación; o Lucía Navarro, la
policía más odiada del cuerpo, cuya vida descarriló hace poco más de dos años…
La lectura se torna adictiva desde las primeras páginas. Y
buena parte de esa adicción tiene nombre: Jotadé. Un protagonista contundente que
llega para quedarse, que incomoda, que seduce, que no deja indiferente. Es
imperfecto, contradictorio, con fama de indisciplinado, poco ortodoxo y
excesivamente directo. Lejos de encajar en el molde de lo políticamente
correcto, se mueve entre códigos propios, con un olfato privilegiado para
descubrir verdades que otros prefieren no ver. Es violento cuando hay que
serlo, grosero cuando le place y honesto hasta la brutalidad. Pero también es
leal, observador y con un código ético que se ancla más en la calle que en el
reglamento policial.
Con un ritmo de lectura frenético y una tensión progresiva, Santiago
Díaz ha tejido un thriller policial visceral, de los que se lee sin parpadear.
Y lo hace con la capacidad de sorprender y, sobre todo, de salirse del molde, con
su habitual carga de crítica social y planteando dilemas morales.
Y qué decir del final…Cuando creía que todo había terminado, el autor suelta una última bomba que me dejó literalmente sin palabras y con los ojos como un minion. Ese giro brutal es, sin duda, el punto de partida de la siguiente entrega, a la que ya estoy deseando hincarle el diente.
Sintetizando: Jotadé no es solo el inicio de una serie,
es el nacimiento de un protagonista que descoloca desde la primera página y que
ya empieza a hacerle sombra a la propia Indira Ramos.
No me atrae mucho, pero gracias por traerlo. Un beso.
ResponderEliminarAl igual que tú, no pude parar de leer. Jotadé es un personaje que atrapa. O lo amas o lo odias. Yo soy incondicional. Me cae bien. Y el final apoteósico, pero ahora con muchas ganas de leer más... y toca esperar.
ResponderEliminarSaludos, Isa
Que maravilla de reseña
ResponderEliminarSi me lo cuentas así, me cuesta resistirme...
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Marina.
ResponderEliminarTengo que finalizar la serie de Indira pero en cuanto lo haga me haré con Jotadé. Un beso