Editorial: | |
Año de edición: | 2025 |
Páginas: | 528 |
P.V.P. | 21,90 euros |
Traductor: | Victoria Hornillo Ledesma |
Aquí todos mienten, pero solo uno es el asesino…
Bienvenido al Albergue McAlpine: un refugio remoto en la
montaña, un oasis de paz y tranquilidad.
Excepto que aquí todos mienten. Mienten sobre su pasado.
Mienten a su familia. Se mienten a sí mismos.
Una noche, Mercy McAlpine —hasta entonces la buena hija—
amenaza con revelar los secretos y miserias de todos. Apenas unas horas
después, Mercy está muerta.
En una zona tan apartada, es fácil cometer un asesinato sin
que nadie se dé cuenta, pero Will Trent y Sara Linton están aquí de luna de
miel.
Ahora, con el asesino dispuesto a atacar de nuevo, las
vacaciones se convierten en una carrera contrarreloj...
Opinión
personal:
Si
entras en el mundo de Karin Slaughter, la reina del thriller policíaco, no
habrá vuelta atrás. Sus historias te agarran por el cuello, te sacuden y te
mantienen imantada a sus páginas hasta el mismo desenlace. La autora regresa
con la duodécima entrega de la serie protagonizada por Will Trent, agente de la
oficina de Investigación de Georgia y uno de mis personajes literarios
favoritos. Un policía muy alejado del estereotipo de este género, que
generalmente suele resolver crímenes en Atlanta, pero en este caso saldrá de su
zona de confort para adentrarse en un entorno completamente nuevo: un apartado
albergue en las montañas que durante siete generaciones ha estado en manos de
la misma familia.
“No
conviene vivir en un nido de serpientes si no tienes los colmillos bien
afilados”
Con
mucho mimo, Will ha organizado para Sara unos días de descanso en un albergue
perdido en las montañas, sin conexión a internet ni cobertura telefónica. Pero
lo que prometía ser una escapada romántica para celebrar su luna de miel se
convierte en una pesadilla cuando el asesinato de la gerente del complejo los
arrastra de nuevo al barro del crimen y las viejas heridas…
Hay
dos elementos que distinguen las novelas de la autora y son su sello personal: por
un lado, sus prólogos, capaces de crear una tensión inmediata que deja al
lector con ganas de saber cómo se resolverá todo; por otro, no se limita a resolver
un crimen, construye historias con una marcada conciencia social. En esta ocasión, vuelve a
abordar un tema duro y recurrente en su obra, que no lo desvelo para no
arruinar la lectura, pero lo hace con sensibilidad, sin caer en el morbo
gratuito. Lo que más inquieta no es tanto la sangre, que la hay, sino la certeza
de que el horror puede venir del entorno más cercano.
Siento
especial debilidad por Will Trent y a lo largo de la serie se ha ido revelando su
traumática infancia, una historia que lleva grabada en su propia piel, llena de
cicatrices físicas y emocionales. Es un superviviente nato. He sido testigo de
cómo ha ido creciendo ante la adversidad y ahora su reciente matrimonio con
Sara le brinda por fin un rayo de esperanza, pero la aparición de un sujeto de
su infancia hará que todos los malos recuerdos vuelvan a aflorar con fuerza.
Quienes no hayan leído los anteriores libros no se sentirán perdidos, ya que el
complejo pasado y las luchas personales de Will se integran a la perfección en
la historia, aunque recomiendo leer la serie completa para no perderos las circunstancias
personales del protagonista y del resto de personajes que lo acompañan
habitualmente. Por su parte, Mercy, la víctima, emerge como un personaje
complejo, una mujer que lucha por redimirse y proteger a la persona que más
quiere: su hijo.
Toda
la acción transcurre en poco más de veinticuatro horas, con un ritmo
vertiginoso. El manejo del suspense por parte de la autora es casi quirúrgico,
sabe exactamente cómo dosificar la información, cómo jugar con las sospechas
del lector y cuándo soltar la verdad como un puñetazo en toda la boca. Es
cierto que desde el principio fue demasiado evidente la identidad de la persona
que asesina a Mercy, pero me faltaban los motivos para hacerlo.
Estamos
ante un thriller policíaco salpicado con sutiles dosis de humor para disipar la
tensión, que me ha encantado porque supone la vuelta de uno de mis personajes
favoritos del género. Un misterio de habitación cerrada a lo Agatha Christie,
con un toque de V. C. Andrews: un número reducido de sospechosos atrapados en
un lugar remoto y todos con un motivo para matar a la víctima.
En
definitiva, si aún no has leído nada de Karin Slaughter, te animo a que le des
una oportunidad. Es muy probable que, como me ocurrió a mí, acabes enganchada a
sus historias.
No he leído a la autora, pero me tientas tanto que al final me voy a animar jejeje
ResponderEliminarBeso grande, Marina, y gracias por la reseña.