FICHA DEL LIBRO
|
|
Autora:
|
Sarah Lark
|
Título:
|
Bajo cielos lejanos
|
Editorial:
|
Ediciones B
|
Año de edición:
|
2018
|
ISBN:
|
9788466661164
|
Páginas:
|
656
|
P.V.P.
|
21,90 euros
|
Sinopsis:
Hamburgo,
en la actualidad: la periodista alemana Stephanie nació y creció en Nueva
Zelanda. Pero ha perdido cualquier recuerdo sobre sus primeros años de vida
ahí. Ahora deberá volver al país de su infancia y recuperar su pasado.
Ahí
descubre la existencia del diario de una joven maorí del siglo pasado, cuya
dramática historia tiene una profunda influencia sobre los hechos del presente.
En su viaje por
Nueva Zelanda la acompañará el carismático y atractivo maorí Weru, que la
ayudará no solo a descubrir secretos familiares escondidos durante mucho
tiempo, sino también emociones que Stephanie nunca se había atrevido a conocer.
Fuente: web de la
editorial
Opinión personal:
Cada vez que
Sarah Lark, cuyo nombre real es Christiane Gohl, publica una novela se me
acelera el pulso. He leído todo lo que ha escrito bajo este pseudónimo y un par
de novelas históricas publicadas como Ricarda Jordan. Sus libros landscape
sitúan al lector en lugares exóticos, y son una mezcla de novela romántica e
histórica cuya lectura me relajan mucho. Abordarlas es como emprender un viaje a través del tiempo donde se da una visión global de los problemas coyunturales de Nueva Zelanda, a la vez que nos adentramos en la cultura maorí, un pueblo indígena cuya historia ha caído en el olvido. En esta
ocasión la autora da un giro de ciento ochenta grados, dejando a un lado las
historias donde sus personajes emigraban a tierras neozelandesas en busca de un
futuro más halagüeño, para fusionar dos subtramas ambientadas en diferentes épocas,
vinculando el presente con componentes históricos y culturales de la evolución
de aquel país. Esta novela que os muestro hoy es autoconclusiva y no forma
parte de ninguna serie. En ella encontraremos secretos familiares aderezados con
grandes dosis de misterio y ligeras pinceladas de romanticismo.
Hamburgo, en la
actualidad. Stephanie Martens es una periodista de tribunales y sucesos,
conocida por sus reportajes sobre homicidios y procesos judiciales, así como
por sus sagaces interpretaciones de las circunstancias del crimen y los móviles
del asesino. Su jefe le encarga un trabajo de campo consistente en someterse a una
regresión e informar sobre su
experiencia para tratar de desmontar el negocio de un hipnoterapeuta que, mediante la hipnosis, hace entrar a sus clientes en trance al objeto de que recuerden
una vida pasada. Stephanie ha borrado de su memoria los primeros seis años de
vida a causa de una situación dramática que vivió. Recuerdos que ha mantenido a
raya, encapsulados, permitiendo que las sombras del tiempo ofuscasen su
memoria para alejarse del dolor y el sufrimiento de aquellos sucesos. En la
sesión de hipnosis admite ser Marama, una niña maorí hija de un jefe tribal, y
decide emprender un viaje hasta tierras neozelandesas para descubrir si tal
niña existió alguna vez. También pretende
ahondar en las circunstancias de un crimen cometido en aquellos parajes a finales de los ochenta, cuando un hombre asesinó a toda su familia y posteriormente murió en extrañas
circunstancias. Lo que Stephanie no sabe es que emprenderá un viaje a su pasado
en busca de sus propias raíces con la ayuda de un diario que será solo una tesela en la historia de su
familia.
El segundo hilo
argumental se desarrolla en Nueva Zelanda, a mediados del siglo XIX y está narrado
en primera persona y a modo de diario por Marama, una niña maorí que sobrevivió a la masacre de su
tribu y fue raptada y vendida a los Clavell, la familia de un militar de alto
rango. Una pequeña que, de un día para otro, se encuentra inmersa en una cultura
desconocida, compartiéndolo todo con los hijos de una familia pakeha, siendo tratada como una más. Pero
lo que ella no sabe es que el tiempo acabará poniendo a cada uno en su lugar…
Como en sus
anteriores libros, Sarah Lark le da un protagonismo absoluto al género
femenino, que se caracterizarán por ser mujeres valientes, capaces de
enfrentarse a cualquier situación, tomando decisiones que jamás imaginaron y
logrando salir adelante. Personajes creíbles, de carne y hueso, que están muy
bien descritos y definidos, e irán evolucionando para poder adaptarse a unos
nuevos modos de vida. Sarah Lark tiene la habilidad de transmitirnos todo lo que sienten sus protagonistas.
Notable es la
labor de documentación llevada a cabo por la autora que se materializa en una
buena ambientación de toda la trama al profundizar en las costumbres del pueblo
maorí y al recrear los acontecimientos de la segunda guerra de Taranaki,
ocurrida entre 1863 y 1866, en la que participaron muchas de las tribus y
clanes que había repartidos por la isla. Estas hostilidades, la eterna disputa entre indígenas y colonos por las tierras, siempre han estado muy
presentes en los libros de Lark y aquí no iban a faltar. Planteará las continuas
expropiaciones que los indígenas sufren de sus tierras, y de las diferencias culturales entre
las mujeres maoríes y las pakehas, donde las primeras gozan de mayor libertad y
tienen más derechos dentro de su propia tribu. Si bien el inicio de este hilo argumental puede hacerse algo pesado y ralentizar la lectura, por la gran cantidad de acontecimientos
históricos que introduce la autora, necesarios para conocer la procedencia de su protagonista, luego el ritmo se volverá más acusado. Ambas historias,
gracias a la hábil combinación entre presente y pasado, van a ir progresando juntas
para fusionarse en un final coherente y creando una hermosa historia llena de
dolor, amor, oscuros secretos familiares y trágicas pérdidas.
Sintetizando:
Bajo cielos lejanos es una novela histórica de fácil lectura que te lleva a recorrer, de
la mano de sus personajes, una tierra y una cultura que podríamos calificar de
exótica, donde se mezclan a la perfección realidad y ficción, presente y pasado. Una historia con un misterio por
resolver, personajes bien perfilados y una trama que entretiene mientras nos va mostrando los conflictos de dos culturas
antagónicas en una época en la que el colonialismo y el imperialismo eran lo más
normal del mundo.
Y como siempre digo, esta es la opinión personal de una simple lectora, no de una crítica literaria.