Opinión personal:
Sucios y malvados
es la primera incursión que hago en la prosa de Juanjo Braulio. Tengo en casa
su anterior novela, "El silencio del pantano", pero me avergüenza decir que aún
no he encontrado el hueco apropiado para su lectura. Hoy os traigo mis
impresiones sobre una novela negra, muy negra, con multitud de subtramas que
parecen no tener conexión entre sí y que está ambientada en la ciudad de
Valencia, en plena actualidad.
El argumento de
Sucios y malvados se desarrolla a modo de una pieza musical conformada por un
prólogo o anacrusa, un total de treinta y dos capítulos, ocho de los cuales no
llevan numeración pero están encabezados por un símbolo musical, y finaliza con
una coda o epílogo. Tras leer la anacrusa, el lector tendrá muy claro que la
trama de la novela va a ser bastante más complicada de lo que en realidad parece.
Estas primeras páginas consiguen despertar el interés al augurar un misterio demasiado complejo. En ella se nos narra
cómo una empresa de logística del puerto de Valencia es agraciada con el primer
premio del sorteo del gordo de navidad.
Todos los años juegan el mismo número, que coincide con la fecha en que se creó
la empresa, pero uno de sus trabajadores pondrá fin a su vida de la manera más
horrible ¿Por qué, si ya tenía su futuro resuelto?
La trama se
complica con un inmigrante nigeriano, un peregrino de la desesperación, que
llegó a Algeciras con un pasaporte falso en busca de un futuro mejor y que
aparece ahorcado en el lugar de la ciudad donde se ubicó el mayor burdel de
Europa; un grupo de prostitutas que veneran a una virgen que está situada en
una capilla un tanto peculiar; una especie de hacker talludito que recorre las
calles de Roma, ocultando su rastro en la red, y que esconde un terrible
secreto; y por último tenemos la subtrama protagonizada por Daniel Lluch, un
joven lleno de traumas y pesadillas, un genio de la música al que le tocó vivir
un suceso dramático que sacudió su vida cuando apenas contaba ocho años,
sumiéndolo en una vorágine de sufrimiento y locura. Además, el joven padece una
acusada sinestesia que lo lleva a asociar tonalidades musicales a colores,
olores y a personas. Lleva una existencia casi normal, si descartamos su
adicción a las drogas y que cuando sale a la calle lo hace hasta arriba de
porros y con los auriculares a toda leche repitiendo canciones en dos
tonalidades muy concretas. Vamos, toda una joya para cualquier psiquiatra.
Escribir todos los días, sobre sus pensamientos o sus actos, forma parte de la
terapia para conseguir mantener cierto orden en su cabeza.
Todas estas
subtramas inconexas acabarán tomando forma gracias a Roma Besalduch, la
inspectora del grupo de Homicidios de la Policía Judicial de Valencia. Su equipo es el
encargado de investigar una serie de asesinatos y otros delitos relacionados
con el blanqueo de capitales, el proxenetismo, el crimen organizado y la trata
de blancas.
Me ha gustado el
estilo depurado y sobrio de su autor, que denota un dominio de las técnicas
narrativas, así como su prosa clara y concisa. A lo largo de toda la trama se irán alternando dos voces narrativas, ya que unos capítulos
están contados a través de un narrador omnisciente, que irá
cambiando entre los distintos escenarios y personajes, y otros están narrados
en primera persona por Daniel, lo cual permite al lector profundizar en
su personalidad y acceder a sus pensamientos para tratar de entender su
comportamiento. Este constante cambio de perspectiva, entre los dos narradores,
ayuda a mantener la tensión, pero le va a restar fluidez a la trama. Estamos ante una montaña rusa de
emociones e intriga, con un ritmo que en ocasiones se ralentiza y donde
convergen los secretos y las maldades de sus personajes. Aunque su trama irá in crescendo, cogiendo fuerza
conforme nos acercamos al desenlace y todas las piezas del complejo puzle
comienzan a encajar.
Hay
una serie de personajes que podrían ostentar cierto grado de protagonismo, pero
puedo afirmar con rotundidad que Sucios y malvados es una novela coral. Cuenta
con un vasto elenco de personajes secundarios indispensables para el desarrollo
de la historia, que tienen su propio hilo argumental, con
sus problemas y sus miserias, sus luces y sus sombras. Al contar con tantos
personajes, es inevitable que algunos tengan más peso que otros en la trama y
que estén mejor perfilados en detrimento de otros, que apenas están esbozados.
Juanjo Braulio se nos presenta como un genio de las
descripciones, pero hay ocasiones en que se va por las ramas hablando de
tonalidades musicales o ahonda demasiado en explicaciones sobre seguridad
informática (y una que es lega en ambas materias llegó a aburrirse someramente).
Esas divagaciones, unidas a algunas escenas de sexo que no vienen a cuento y
nada aportan a la historia, hacen que a Sucios y malvados, aún teniendo una
trama muy atractiva, le sobren algunas páginas. Un libro que ganaría mucho con unas
cuantas páginas menos, porque en ocasiones menos es más (como dicen en mi
pueblo). Su final es perfecto, pero me ha resultado demasiado precipitado.
En
resumen, Sucios y malvados es una novela negra de contrastes, de lectura dura
por los temas tan dramáticos que Juanjo Braulio plantea en ella. Nos
encontramos ante un libro que muestra la parte más oscura del ser humano, la
más perversa. Una lectura que recomiendo si os gusta este género literario.
Y como siempre digo: esta es la opinión de una simple amante de la lectura, no de una crítica literaria.
Su autor:
Juanjo Braulio (Valencia, 1972). Graduado en Enseñanzas
Artísticas por la Sankt Eskils Skola de Eskilstuna (Suecia) y licenciado en
Ciencias de la Información. Periodista y escritor, empezó su carrera en la delegación valenciana de Diario
16, desde el que pasó a Las Provincias, donde fue redactor de Medio Ambiente,
Municipal, Política y jefe de Opinión.
Fue jefe de Informativos de Ràdio Nou y
colaborador del Suplemento Semanal (Grupo Vocento), la agencia Colpisa y el
diario Abc. Un compendio de sus columnas de opinión fue publicado en forma de
libro con el título La
escalera de Jacob (2004). También es autor de En
Ítaca hace frío (2014),un
libro de viajes sobre Suecia. Después
de años contando verdades que parecían mentira, con El
silencio del pantano, su primera novela.