Reseña Te quiero porque me das de comer - David Llorente

FICHA DEL LIBRO
Editorial:	Alrevés
Año de edición:	2024
Páginas:	330
P.V.P.	20 euros

Sinopsis:

Max Luminaria era un chico muy callado. Sacó la mejor nota de selectividad de toda España y decidió estudiar Medicina. Una vez más, fue el mejor en los exámenes; el mejor en las prácticas y el mejor en el quirófano. Se lo rifaban todos los hospitales. No hubo cirujano más preciso ni vecino al que más quisieran los habitantes de Carabanchel. Lo saludaban por la calle. Le daban las gracias. Todos tenían a un familiar al que el doctor Maximiliano Luminaria había salvado la vida.

Su vida, fuera del quirófano, era diferente, ¿o a lo mejor no? La realidad es que no podrás, nunca más, sentirte aliviado porque se haya descubierto al asesino, porque, querido lector, los asesinos caminan entre nosotros.

Fuente: web de la editorial

Opinión personal:

Cuando supe que la editorial publicaba una edición conmemorando el décimo aniversario de este libro, de cuya existencia no tenía noticia, me dije que debía haber un motivo excepcional para ello y quise descubrirlo. La verdad es que no sé cómo afrontar la reseña de una novela que me ha dejado totalmente exhausta y no me atrevería a recomendar alegremente a todo el mundo. Algunos la van a considerar una obra de arte sin igual, y otros una amalgama de historias que no hay por donde cogerla. Yo me encuentro entre los primeros y me quito el sombrero ante David Llorente porque muy pocos escritores pueden hacer gala de tanta maestría como él.

Sobre el argumento voy a ser escueta y solo os diré que hay un asesino en serie que durante más de una década sembrará de cadáveres el madrileño barrio de Carabanchel, dejando siempre una moneda de veinte duros debajo de sus víctimas.

Me quedé ojiplática después de leer las dos primeras páginas. No me podía creer lo que estaba viendo. Decidí avanzar hasta la parte central del libro para ver si la cosa cambiaba, pero al comprobar que no, pensé que probablemente esta era la razón de una nueva edición. Y es que Llorente utiliza una técnica narrativa fragmentada y una estructura no lineal que refleja la naturaleza caótica de la vida en el barrio que describe. Mezclando las historias de un vasto friso de personajes de forma simultánea, sin orden ni concierto. Podría parecer algo anárquico, pero no lo es porque el autor lo plantea de tal manera que nunca te sientes perdida. Capítulos y frases cortas, párrafos sin fin, sin puntos y aparte, y la temporalidad se consigue gracias a la mención de noticias de actualidad, sociales, culturales o políticas, entre las que inserta recetas de cocina, listas de enfermedades mentales o de medicamentos entre otras muchas cosas.

Esta obra es un reflejo crítico y visceral de una sociedad rota por la violencia, la corrupción y la desesperanza. La personificación del entorno tan desolador subraya la simbiosis entre el lugar y las personas que lo habitan. Se centra en el barrio madrileño de Carabanchel, que se asemeja a un laberinto sin salida donde la esperanza se pierde entre callejones oscuros y suburbios chabolistas, plagado de personajes que parecen sacados de una pesadilla: delincuentes, proxenetas, víctimas y verdugos que coexisten en un ambiente donde la ley del más fuerte es la única norma vigente.

A través de una prosa afilada y contundente, Llorente consigue capturar la esencia de un entorno urbano que se descompone. Su realismo brutal y la crudeza de las situaciones descritas pueden resultar abrumadoras, el autor no edulcora la realidad, y su valentía al abordar temas tan espinosos es digna de elogio. No hay concesiones a la sensibilidad del lector, cada escena está diseñada para impactar y provocar una respuesta emocional intensa.

Sintetizando: Te quiero porque me das de comer es una novela negra como noche sin luna, en la que la violencia, la desesperanza y la lucha por la supervivencia son constantes. Su autor no teme experimentar con la forma y la estructura narrativa. Su estilo innovador y audaz desafía las expectativas de cualquiera y rompe con las convenciones literarias tradicionales, contribuyendo a su impacto duradero en el lector.

Y como siempre digo, esta es la opinión personal de una simple lectora, no de una crítica literaria.

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