Editorial: | |
Año de edición: | 2024 |
Páginas: | 592 |
P.V.P. | 23,90 euros |
Traductor: | César Palma |
Sinopsis:
Un niño corre desnudo y muerto de miedo por el campo toscano. Se llama Fosco y ha logrado escapar de su secuestrador. Pocos días más tarde desaparece otro niño, Andrea. Solo tiene doce años y el hombre que se lo ha llevado de su casa ha matado a cuchilladas al padre. El SCO (Servicio Central Operativo, el equivalente al FBI italiano) pone al frente del caso a su comisaria más joven, Valentina Medici, que se traslada de inmediato a la zona. Los dos niños no se conocen y no tienen nada en común, salvo un detalle extraordinario: se parecen mucho, tanto que podrían ser gemelos. Los investigadores tan solo cuentan con una pista sobre el captor: se trata de un hombre musculoso con el pelo blanco y una sonrisa gélida. El asesino va sumando desapariciones y cadáveres entre sus víctimas, y no solo niños con lo que la pista de la pedofilia se abandona.
Valentina no cuenta con muchos apoyos entre los miembros de su equipo, pronto descubre que solo puede confiar en Fabio Costa, un experimentado policía de pasado oscuro relegado a una insignificante comisaría de provincia. A medida que pasa el tiempo los enigmas se hacen más indescifrables, Valentina se da cuenta de que el artífice de los delitos responde a una obsesión morbosa, una mente criminal perturbada que juega a transformar sus locuras visionarias en realidad.
Fuente: web de la editorial
Opinión personal:
Fue leer en la portada la frase Nadie imaginó que el arte
podría inspirar tanto dolor y enseguida tuve claro que esta novela era para
mí. Mete en una coctelera a un asesino despiadado e inteligente, dos
investigadores sagaces y adictos al trabajo, uno de ellos con un pasado turbio,
el universo de la dark web, y la obra de un pintor barroco provocador y de
carácter pendenciero, agítalo todo y obtendrás este noir policial con el que descenderemos a los infiernos del alma humana para
mostrarnos su lado más ponzoñoso.
El descubrimiento de un niño vagando desnudo por la noche
desencadena una serie de eventos inquietantes. El pequeño afirma haber escapado
de un secuestro, pero sus palabras caen en saco roto hasta que otro niño de su
misma edad desaparece misteriosamente. Los dos casos podrían haber pasado
desapercibidos si el sorprendente parecido entre ambos no hubiera sido
cuestionado por la atenta mirada de la comisaria Valentina Medici, que se verá
inmersa en una investigación de contornos confusos. Una búsqueda desesperada
para encontrar al pequeño desaparecido y desentrañar la verdad que hay detrás
de los oscuros acontecimientos que asolan la región. Su único aliado en la
lucha contra un enemigo obsesionado en convertir sus delirantes fantasías en
brutales realidades es Fabio Costa, un policía marginado por el cuerpo debido a
un desagradable incidente…
Esta novela es, ante todo, una reflexión sobre la naturaleza humana
y los límites de la cordura en un mundo dominado por la oscuridad. Los
frecuentes giros despiertan un ansia en el lector que no puede evitar
seguir leyendo. Se nota la pericia y los conocimientos del autor sobre los
procedimientos de una investigación y las técnicas policiales. Esto se debe a su
dilatada experiencia profesional como policía judicial.
Cuenta con un variado friso de personajes, de contornos
pincelados con sutileza, pero me ha sido imposible empatizar con sus dos
protagonistas, Valentina y Fabio. Ella es una joven y ambiciosa comisaria que
ha renunciado a una vida fuera del ámbito laboral y cuyo comportamiento pueril
me ha resultado difícil de entender. En cuanto a Fabio, es el típico cliché de las
novelas del género, un hombre al que un acontecimiento de su pasado lo sumió en
el remordimiento y el dolor por la culpa, enterrado en recuerdos de pesadilla y
soledad.
Con una prosa despojada de toda retórica, nos adentraremos en
una novela procedural de ritmo desigual, en la que cabe destacar la brevedad de
sus ciento cincuenta y siete capítulos, algunos de ellos perfectamente obviables
al no aportar nada el conjunto de la historia. Es repetitivo en momentos
puntuales, con un desenlace demasiado precipitado que deja preguntas sin
respuestas.
Lo que más me ha gustado de este libro ha sido toda la
parte concerniente al arte. Mientras avanzaba en la lectura, de repente me vi
buscando en mis estanterías y en la red reproducciones de todos los cuadros que
se mencionan, llevando a cabo un enriquecedor recorrido por la obra del pintor
barroco que mejor supo captar la miseria vital.
Sintetizando: La condena de los vivos es una novela
procedural de trama original en la que el MAL, con letras mayúsculas, explota
en todo su potencial y con cada giro argumental va revelando nuevas capas de
oscuridad. ¡Bienvenidos al infierno!
Hola Marina, pues si a ti, que eres una adicta a este tipo de novelas (yo lo era, pero ya sabes que hace ya unos años que la he abandonado un pelín) no te ha llegado a convencer, y repite clichés, no creo que apetezca ponerme con ella.
ResponderEliminarUn besazo
Me atrae muchísimo la trama, me lo llevo bien anotado a pesar de tus peros porque necesito saber de qué pintor barroco hablas.
ResponderEliminarBesos
Pues no me acaba de convencer y más después de tus peros. Besos
ResponderEliminarViendo tus peros, la dejo pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola, Marina:
ResponderEliminarComo Margari, viendo tus peros y que no es mi género, la dejaré pasar sin remordimientos.
Un beso y feliz semana.
Le tengo el ojo echado, a ver que cuando le puedo hacer un hueco que la verdad es que pinta bien.
ResponderEliminarSaludos