Editorial: | |
Año de edición: | 2025 |
Páginas: | 328 |
P.V.P. | 22,90 euros |
Sinopsis:
Tengo quince años y he vivido toda mi vida en este antiguo faro. Mi hermano y yo vinimos a vivir aquí, con el abuelo, cuando yo todavía era un bebé.
Es un sitio increíble, al borde del acantilado. Me gusta refugiarme del sol en la sombra de la fachada. Me gusta el olor del campo al atardecer. A la zona del túnel prefiero no acercarme. No quiero que el hombre grillo me lleve a vivir bajo tierra. Ya lo he oído dar golpes en la trampilla del terreno alguna noche.
A mi hermano no le gusta que haga preguntas sobre nuestro
pasado, sobre quiénes fueron mi madre y mi padre. Como dice él, no todo el
mundo tiene una familia como las demás.
Hasta ahora he sido muy feliz aquí. Pero el otro día, en
casa, apareció una caja. Y, desde que mi hermano vio lo que contenía, nada ha
vuelto a ser lo mismo.
Fuente: web de la editorial
Opinión personal:
Cuando descubrí, a través de las redes del propio autor, que
regresaba al universo de El brillo de las luciérnagas con una nueva
novela, supe que era el momento de regresar a la oscuridad y ni me lo pensé. Solamente
os digo que la he disfrutado plenamente a pesar de carecer de la originalidad
de su antecesora.
“No hay deformidad que oculte la
belleza a los ojos de quien sabe verla”
Es complicado hablar del argumento de esta novela sin
mencionar detalles de la anterior, porque ambas historias están íntimamente
conectadas y cualquier explicación demasiado concreta podría convertirse en
spoiler. Por eso, intentar resumirla se convierte en un ejercicio de
equilibrio. La historia se centra en un adolescente de quince años, con una
fobia irracional al sol, que ha crecido apartado del mundo, viviendo en la casa
de un antiguo faro con su hermano mayor y su abuelo, rodeado de mar, de viento y,
sobre todo, de silencio. Pero con la aparición de una misteriosa caja, la calma
se agrieta y la verdad irrumpirá con la violencia de una tormenta.
Esta novela no es solo una historia de suspense, sino también
una exploración de las heridas invisibles que atraviesan a una familia. Aquí no
se trata solo de descubrir qué ocurrió en el pasado, sino de entender cómo el
peso de ese pasado se transmite a las generaciones posteriores como una
herencia envenenada.
El autor maneja la tensión como quien enciende y apaga una
linterna en mitad de la oscuridad, mostrándote lo justo y ocultando lo
necesario. Hay capítulos que se leen con un nudo en el estómago, y otros en los
que la intimista voz de su narrador nos recuerda la fragilidad de quien empieza
a comprender que el mundo no es el lugar seguro que le prometieron.
Paul Pen no ubica geográficamente la historia y opta por
privar a sus personajes de nombres propios, los conoceremos por sus roles
dentro de la familia, convirtiéndose en arquetipos reconocibles para cualquier
lector, que fácilmente se podrá identificar con alguno de ellos. En cuanto al
final, entiendo que el autor no concrete ciertas cosas, pero eso no opaca el
conjunto de una historia que, aunque se podría leer de manera independiente, no
lo recomiendo.
En definitiva, una mezcla de suspense psicológico, drama
familiar y fábula sombría sobre los límites del amor, que recomiendo a quienes
disfrutaron de El brillo de las luciérnagas, porque aquí encontrarán
resonancias y nuevas capas de aquella historia.
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