Editorial: | AdNovelas |
Año de edición: | 2022 |
Páginas: | 328 |
P.V.P. | 18,95 euros |
Abel Lanuza sale de un centro psiquiátrico tras treinta meses de internado e intenta retomar su vida con Merche, su mujer, y Jorge, el hijo de ambos, pero todo le es adverso. Su única oportunidad para recuperarse es la herencia de su tío, que recientemente se ha suicidado en la aldea de Muerdealmas, en el remoto territorio de la Tinença de Benifassà. Allí le recibirá un entorno hostil y salvaje dominado por los hermanos Osset (Ibón, Ventisca y Ferrán), cuyas actividades delictivas mantienen su modo de vida.
Los Osset son una familia en crisis cuyo líder está cuestionado mientras crece la tensión con sus enemigos históricos, los Piedelobo. Ventisca Osset intentará evitar que esta grieta crezca, a pesar de que ella misma soporta el peso de un gran secreto.
Abel y su familia parecen adaptarse a la vida en Muerdealmas, pero solo es un espejismo. Pronto emergerán recuerdos relacionados con los Osset y el pasado de Abel, borroso en su memoria. Decidido a descubrir la suerte de su tío, Abel iniciará una investigación obsesiva mientras los Osset maniobran para evitar el desastre. Una serie de acontecimientos desencadenarán unas fuerzas jamás vistas en esas montañas mientras Abel y Ventisca ven cómo fracasan sus intentos por detener el conflicto.
Una novela sobre la locura y la supervivencia, cuyos bandos irreconciliables caminan inexorablemente hacia el definitivo ajuste de cuentas. El resultado se dilucidará en una aldea apartada del mundo, con sus propias reglas: MUERDEALMAS.
Opinión personal:
Conocí a Santiago Álvarez en unas jornadas de novela negra
que se celebraron en Córdoba hace casi siete años. Poco tiempo después cayó en
mis manos “El jardín de cartón”, una novela que disfruté de principio a fin.
Hasta hoy, cuando por fin vuelve a las librerías con “Muerdealmas”, un noir
rural muy visceral, ambientado en un lugar recóndito, fruto de la
imaginación del autor, un territorio inhóspito y hostil que será el escenario
vital para el desarrollo de la historia. Una novela que me ha gustado muchísimo.
La novela arranca con un primer capítulo de violencia extrema
que obra el milagro de pegar al lector a sus páginas, creándole el ansia de
saber quiénes son esos personajes y cómo han llegado a esa situación.
Inmediatamente después conoceremos a Abel Lanuza, que acaba de recibir el alta
del centro psiquiátrico donde ha estado recluido durante treinta meses. Lo ha
perdido todo y no se encuentra preparado para la vida real, piensa que no
encaja en la sociedad actual y por ello decide coger a su familia y emprender
viaje hasta la comarca del Maestrazgo. Ha heredado de su tío unos terrenos y
una casa en la aldea del Muerdealmas, el retiro ideal para que Abel recomponga
sus pedazos, recupere el amor de su mujer e hijo, y juntos intenten salir
adelante. Un lugar que significó algo para él en su pasado, pero donde se acaba
desencadenando el infierno...
Con esta inquietante premisa se inicia una novela que empieza
como balada, pero acaba a ritmo de rap, en la que se pone de relieve, entre
otras cosas, la dualidad del ser humano. Un enfrentamiento, llevado al extremo,
entre dos modelos de familia: la gente estresada de ciudad y los habitantes de un
entorno rural donde todo está condicionado por unas reglas inquebrantables que
de romperse tendrían unas consecuencias terribles. Este último está
representado por el clan de los Osset, una familia de dudosa moralidad, jerarquizada
y con unos códigos de conducta propios. Ellos viven al margen de todo,
dedicados a negocios turbios. Son como un tumor cancerígeno, una manada de
depredadores sin escrúpulos que tiene sometida a toda una población.
Vertebrada en tres actos, con sus correspondientes capítulos
de corta extensión, lo que ayuda a dar fluidez a la lectura, con unos
personajes muy matizados y humanos, una prosa certera y eficaz, empleando dos
voces narrativas, una de ellas en segunda persona, una apuesta arriesgada pero
fundamental y acertada en este caso, que pone el foco de atención sobre Abel y
su familia. Con una cadencia que empieza siendo pausada para acabar a ritmo vertiginoso,
Santiago Álvarez ha pergeñado una historia en la que hay implícitos temas como
el rencor, la codicia y la venganza, atrapando al lector y manteniéndolo
expectante. Tanto los personajes como ese entorno rural claustrofóbico, que
parece haber quedado anclado en otra época pasada, son el motor que impulsan la
historia.
Sintetizando: “Muerdealmas” es un noir rural con
tintes de thriller y drama familiar en el que se exploran los recovecos del
alma humana. Todo ello desarrollado con una sensibilidad excepcional para
transmitir al lector las emociones de unos personajes imperfectos pero genuinos.
Una novela violenta, ambientada en un paisaje hostil, sombrío, pero de salvaje
belleza, que localiza su acción al norte de la provincia de Castellón, en una
pequeña comunidad dominada por un clan familiar que vive al margen de todo. Un
coctel con los ingredientes necesarios para el disfrute de los aficionados a
este género literario y que recomiendo mucho.
Hola, Marina.
ResponderEliminarNo conozco la obra de Santiago, pero me suena que es uno de los organizadores del Valencia Negra. Sin ninguna duda me apunto este libro, un noir rural ambientado en España es algo con lo que muy pocos autores se atreven. Besos
Hola, Lorena.
EliminarSi, está muy implicado en la organización de ese evento literario y se ha arriesgado con un género diferente. Espero que te animes a leerlo. Besos
¡Hola Marina!
ResponderEliminarUmmm no me llamaba de primeras, pero con esta reseña me dejas los dientes largos. Veo que es brutal, que tiene violencia, pero que también se centra en la psicología y el interior de los personajes, y eso me encanta jaja :D
¡besotes!
Hola, Irene.
EliminarSi, reúne todos esos ingredientes para convertirse en el coctel perfecto que espero te animes a leer. Besos
¡Buaaaaa, esta es de las mías! Y ese comienzo...ya lo huelo 😅😅😅
ResponderEliminarBuena reseña Xiqueta.
Besos 💋💋💋
Esta es de las tuyas, xiqueta. Besitos, reina
EliminarHe ido directa a tus impresiones finales porque la tengo pendiente. Espero disfrutarla tanto como todos los que la habéis leído y que las expectativas no me jueguen una mala pasada.
ResponderEliminarBesos.
Yo también espero que la disfrutes mucho, espero ver pronto tus impresiones. Besos
EliminarDe Santiago Álvarez solo he leído la primera entrega de la serie Mejías y Berta. Veo que este libro no sería de dicha serie y me atrae bastante lo que cuenta. Lo de llamar al pueblo Muerdealmas es un detalle genial. Tomo nota.
ResponderEliminarUn beso.
Este libro no pertenece a ninguna serie, es diferente a todo lo que ha escrito Santiago. Si te soy sincera, yo esperaba como agua de mayo algo de Mejías, pero tendremos que seguir esperando. Ojalá que el autor no se demore mucho. Besos
EliminarMe parece interesante lo que cuentas y, aunque este título no entraba dentro de mis posibles compras, me temo que ha ocupado un lugar prioritario para estas vacaciones. Un beso
ResponderEliminarMe alegro que hayas pensado llevarte este libro para las vacaciones, y si estas son por la zona de Valencia lo vas a disfrutar más plenamente. Besos
EliminarMenuda pintaza, le tengo echado el ojo desde que salió ^^
ResponderEliminarPues échale el lazo y a por él, jaja. Besos, guapa
EliminarNo paro de leer opiniones muy positivas de este libro. Cada vez le tengo más ganas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues cuando hay tanta unanimidad es por algo. Anímate y ya me cuentas. Besos
EliminarEn esta ocasion la voy a dejar pasar que por lo que cuentas no me tienta.
ResponderEliminarSaludos
No pasa nada, hay muchos otros títulos que seguro disfrutarás. Besos
EliminarNo he leído jamás un noir rural que estuviera ambientado en España y lo de personajes imperfectos pero genuinos me intriga. No tendré más remedio que hacerme con ella para conocer este género.
ResponderEliminarUn saludo
Me alegro de que te animes con este noir rural, ya verás como te gusta. Un saludo
ResponderEliminarSoy más de rap que de balada, ajjajaja. Lo tengo en cuenta entonces, me gusta lo que has contado. Un beso.
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