Reseña: Nos creen los enanos - César Pérez Gellida

 

FICHA DEL LIBRO
Editorial:	Suma
Año de edición:	2022
Páginas:	616
P.V.P.	19,90 euros

Sinopsis:

Dos cadáveres han aparecido en un pinar de Valladolid. Según la autopsia uno de ellos es el principal sospechoso de unos crímenes acaecidos en el municipio de Urueña varios años atrás. Este giro de guion pone en alerta a Bittor Balenziaga y Sara Robles, los policías y guardias civiles encargados de aquel caso, sobre todo cuando empiezan a aparecer otros cadáveres por distintos puntos de la geografía nacional. Y todos con el rostro desfigurado tras practicarles la sonrisa de Glasgow.

Fuente: web de la editorial

Opinión personal:

Hay una serie de autores que cuando publican nueva novela logran que mi casa se convierta en una verbena, de la fiesta que montamos. César Pérez Gellida es uno de ellos, de ahí que no haga falta justificar cuáles fueron los motivos para que esta novela entrara a formar parte de mi biblioteca. Hoy os traigo mis impresiones sobre “Nos crecen los enanos”, un thriller policíaco que ha pasado a ser una de mis mejores lecturas en lo que llevamos de año.

Antes de analizar este título quisiera dejar claro que, aunque se trata de una novela autoconclusiva, “Nos crecen los enanos” empieza justo donde acabó “Astillas en la piel”, de ahí que sea conveniente que os adentréis en esta compleja trama en el orden de publicación, así no os perderéis elementos del trasfondo privado de sus personajes y otros detalles de relevante interés. Una vez hecha esta aclaración, ¡the show must go on!

La aparición de unos cuerpos en el pinar de una localidad vallisoletana será el desencadenante de la intensa búsqueda de un sádico asesino en serie que desfigura a sus víctimas con la sonrisa de Glasgow. En la investigación del caso trabajarán conjuntamente Bittor Balenziaga, teniente de la Guardia Civil de la comandancia de Valladolid, y Sara Robles, su homóloga en la Policía Nacional. Cuando la cosa se complica sobremanera, también se implicará en la investigación una organización policial internacional...

Una buena novela debe contar con los ingredientes necesarios y en su justa medida para agradar a un amplio abanico de lectores, manteniéndolos pegados a sus páginas desde el primer párrafo. Por eso os voy a hablar del ingrediente principal, como el arroz en una paella, de esta historia, y que es nada más y nada menos que uno de sus protagonistas. Llevo una jartá de años leyendo este género literario y jamás me había topado con un ser tan despreciable. Y es que César se ha superado creando a un sádico asesino en serie que es la podredumbre personalizada, y consigue que te adentres de lleno en su cabeza, que accedas a sus pensamientos, explorando su defectuosa naturaleza, cómo evoluciona, y sintiendo ese placer que experimenta con el dolor ajeno, desde el mismo momento en que entra en escena, al darle una de las voces narrativas en primera persona. Un personaje repulsivo que se siente tan real y tan creíble que en momentos puntuales he tenido que detener la lectura, porque me ponía de mala leche el imaginar que alguien así pudiera encontrarse a la vuelta de la esquina. Un ser más malo que un dolor de muelas mientras adoleces de un cólico nefrítico, un tipo antisocial y manipulador sin remordimientos, que se siente por encima de normas y leyes morales. No le falta nada a este despojo humano que tiene un alma tan negra como una noche sin luna.

César es un maestro provocando emociones. Igual te saca una sonrisa al soltar algún chascarrillo, lo que le resta dramatismo a la historia, que te arranca alguna lágrima o hace que te palpite la úlcera con ese asesino psicópata tan auténtico que ha creado. Ha sabido acrecentar el suspense con los cambios de perspectiva dentro de un mismo capítulo y lo hace de un modo original, conectando diferentes sucesos con una misma frase o palabra. Me ha gustado el cameo del autor y su familia en la historia, así como la de personajes de libros anteriores.

Sintetizando: “Nos crecen los enanos” es un efectista thriller policíaco de marcado ritmo y tremendamente visual, que cuenta con una serie de giros argumentales totalmente imprevisibles y una buena ambientación que no se va a limitar solamente a la provincia de Valladolid. César Pérez Gellida, con su habitual estilo propio, ha pergeñado una trama en la que juega con el lector, manteniéndolo expectante hasta llegar a un final perfecto. Una novela que acelerará tu pulso y que recomiendo a los aficionados a este género literario en general y a los gellidistas en particular.

Y como siempre digo, esta es la opinión personal de una simple lectora, no de una crítica literaria.

Más sobre su autor

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