Editorial: | Suma |
Año de edición: | 2021 |
Páginas: | 456 |
P.V.P. | 19,90 euros |
Sinopsis:
Dos amigos de la niñez con una deuda pendiente. Un forzado reencuentro en la amurallada localidad vallisoletana de Urueña.
Álvaro, un exitoso escritor, y Mateo, un crucigramista en números rojos, acabarán atrapados en el caótico trazado medieval de la villa y bajo una impenitente cencellada. Ambos serán parte de un macabro juego en el que la sed de venganza los llevará a tomar decisiones que condicionarán sus vidas en el caso en el que alguno logre superar la jornada.
Fuente: web de la editorial
Opinión personal:
Decir que eres
gellidista es dar por sentado que sigues fielmente la obra de este grande de la
novela negra española, de ahí que no haga ninguna falta justificar por qué no
podía dejar pasar esta nueva publicación de César. Hoy os traigo mis
impresiones sobre "Astillas en la piel", un thriller de planteamiento
y trama originales, totalmente independiente y autoconclusivo, de ahí que sea
idóneo para quienes todavía no se ha adentrado en las historias de este
vallisoletano que tantas buenas críticas cosecha con cada una de sus
publicaciones.
Noviembre de
2019. Álvaro acaba de llegar a Urueña, un pueblecito vallisoletano famoso por
tener más librerías que bares. Ha acudido a la llamada de Mateo, su amigo de la
infancia, con quien se va a reencontrar para llevar a cabo un plan ideado por este
último y que guarda relación con el pasado de ambos, cuando se conocieron
siendo unos adolescentes…
"Astillas en
la piel" articula su argumento en dos líneas temporales, cada una de ellas
progresa de la mano de un narrador protagonista, por lo que tenemos dos puntos
de vistas dispares. La subtrama del pasado nos traslada hasta los
acontecimientos que astillaron el futuro de uno de sus protagonistas, ocurridos
en 1993, cuando era alumno interno del Colegio San Nicolás de Bari y contaba
solo trece años. El hilo del presente nos ubica en Urueña, en el 2019, y es el pretexto del autor para pasear
al lector por esa bucólica villa, famosa por sus vestigios plenamente medievales.
La historia cuenta también con una investigación criminal, pero se mantiene en
un segundo plano y la conduce un narrador omnisciente.
César ha logrado
imbricar una efectista e imprevisible trama de ritmo cada vez más intenso, que
mantiene al lector expectante hasta llegar a un final redondo. Todo ello lo
adereza con una cuidada ambientación que contribuye a que el lector visualice y
se ubique en los diferentes escenarios donde se desarrollan los hechos,
evitando dilatadas descripciones que pudieran lastrar la lectura, y un
reducidísimo friso de personajes como algo excepcional. Si lo regamos
con una generosa ración de humor ácido y corrosivo, para atenuar la
tensión narrativa que está magníficamente dosificada y es seña de identidad de
este autor, tenemos una receta muy lograda, del gusto del paladar más exigente.
Toda la esencia
de esta novela está centrada en sus dos protagonistas, que son el motor que
impulsa la historia. Ambos con entidad propia, retratados con viveza y bien
matizados a nivel psicológico. Su autor ha sabido dotarlos de vida,
hacerlos accesibles y creíbles, con sus luces y sus sombras, vestirlos de
realidad. No os voy a hablar nada de ellos porque prefiero que os adentréis en
esta historia tan original en la que César jugará con vosotros, dejará que os confiéis
y penséis que sabéis sobradamente por qué derroteros va a transcurrir la trama
para, de repente y sin que lo veáis venir, estamparos un giro argumental en
todo el careto y con la mano abierta, que se os va a quedar la misma cara de
alelado que a un portero al que le acaban de marcar un gol en propia puerta.
Pero es que él es así, una caja de sorpresas con piernas y poco pelo.
Incluye también,
como viene siendo habitual en otros libros del autor, palabras cuyo significado
he tenido que averiguar echando mano de un diccionario que ya había preparado
previamente. Y ha tenido la ocurrencia de encabezar cada capítulo de un modo
muy original, lo que da pie a que el lector interactué intentando adivinar la
resolución al enigma planteado. Por ponerle un pero, la trama contiene algunos
hechos que me han resultado difíciles de creer, pero así es la ficción…
Sintetizando:
"Astillas en la piel" es una novela negra de adictiva lectura y narrativa sumamente visual, que deja patente
la habilidad de su autor para manejar los hilos de la intriga con maestría y
componer una historia compleja, plena de acción, incertidumbre y locura, con
inesperados giros argumentales que dejarán aturdido a más de uno. Un libro que
recomiendo a los amantes de este género literario en general, y a los fieles
adeptos de César en particular, también conocidos como gellidistas, término que la RAE debería irse planteando incluir si el fenómeno sigue creciendo como hasta ahora.
Y como siempre digo, esta es la opinión personal de una
simple lectora, no de una crítica literaria.
Lo tengo pendiente y con tu reseña con mil ganas
ResponderEliminarAquí tienes otra gellidista hasta la médula, tengo el libro en casa y me pondré con él en cuanto finalice mi actual lectura. Un beso
ResponderEliminarVamos a tener que hacer una petición en change.org para que la RAE incorpore el término gellidista jajaja. Ya sabes que coincidimos en impresiones
ResponderEliminarBesos
Es la novela que estoy leyendo ahora mismo y no puedes hacerte una idea de cuanto la estoy disfrutando porque César es único. Besos
ResponderEliminarPor tu culpa mi lista de lecturas pendientes tiende a irse incrementando, pero me falta tiempo para leer y no sé de dónde sacarlo. Aunque a César no lo dejo pasar, caerá antes o después.
ResponderEliminarBesos
Hola Marina, pues como tú dices hay Gellidista y hay anti-gellidistas como yo, a la que no le gustan nada las historias de este hombre. Ya tuve suficiente con su Trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, que no me gustó ni me llegó a convencer (para mí que fue un poco tramposo en cuestión de la trama) así que no leo ya nada de este autor.
ResponderEliminarPero, por supuesto, me alegro mucho de que tú sí lo disfrutes y sigas leyéndolo, para gustos colores, ya sabes ;
Un besazo
Tengo los dos últimos pendientes. Ya sabes que yo no soy gellidista y fui incapaz de leer su segunda trilogía (la primera me terminó aburriendo), pero Todo lo mejor me gustó mucho y aún tengo la segunda parte sin leer, así como La suerte del enano. Con este ya son tres.
ResponderEliminarUn beso.
César Pérez Gellida sigue elevando el listón. Besos.
ResponderEliminarSe nota que lo has disfrutado un montón. A ver si logro hacerle hueco, aunque del autor tengo tres libros esperando en la estantería.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gusta cuando un libro se vuelve tan adictivo que no puedes parar de leer pero en esta ocasión no me apetece demasiado adentrarme en la novela negra y eso que este año lo he intentado varias veces pero prefiero otros temas
ResponderEliminarNo he leído nada del autor, pero con ésta me has tentado.
ResponderEliminarUn beso.
¡Hooola!
ResponderEliminarPues no conocía al autor pero sin duda ahora lo tendré en cuenta para animarme con él, que siempre está bien conocer títulos autoconclusivos jajaj
Me has dejado con curiosidad por conocer a estos dos protagonistas ;)
¡besos!
¿Soy gellidista? Pues ahora mismo si te digo la verdad no sabría decirte. Tuve mi época César Gellida durante la que me leí sus dos primeras trilogías, bueno más que trilogía alguna se convirtió en tetra o penta debido a las precuelas y secuelas. A partir de esta explotación del éxito el Gellida primero que me encantaba empezó a perder enteros en mi cotización. Además los aspectos pseudorreligiosos que incorpora en varias de sus novelas con esas logias de seres perversos pertenecientes a grupos empresariales y tal hacen que mi mente comience a deslizarse peligrosamente hacia los territorios de lo inverosímil, aunque, eso sí, y no sé cómo lo logra, Gellida consigue detenerse siempre al borde del precipicio y sale más o menos airoso en todos sus relatos.
ResponderEliminarEsta novela, al no pertenecer a serie alguna me llama, así que casi seguro que la leeré.
Buena reseña, Marina
Muchos besos
Me considero Gellidista. Y tenía muchas ganas de leerlo. Me ha gustado y me ha tenido en vilo de principio a fin.
ResponderEliminarGracias por tu reseña.
Saludos, Isa
Es una de mis próximas lecturas (en cuanto pase el torbellino de novela histórica en el que estoy inmersa) y no sabes las ganas que le tengo. Además el próximo jueves le veré en Getafe Negro y seguro que me pone los dientes aún más largos. Besos
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con tus impresiones, otro novelón para los gellidistas.
ResponderEliminarbesos.