Editorial: | |
Año de edición: | 2025 |
Páginas: | 768 |
P.V.P. | 21,90 euros |
Traductor: | Edith Zilli |
Sinopsis:
Después de unos meses en el Valle de los Caballos, Ayla y Jondalar inician un nuevo viaje. Tras encontrarse con los mamutoi, también cromañones, deciden permanecer una temporada con ellos.
Pese a los miedos de Ayla, los mamutoi aceptan sus diferencias y admiran sus habilidades. Su inteligencia y valentía harán que los cazadores de mamuts desarrollen nuevas técnicas en su forma de vida. Además, AYLA despierta un gran interés en Ranec, un joven tallador de marfil que provocará los celos de Jondalar.
Fuente: web de la editorial
Opinión
personal:
Hubo una época
en la que solía releer aquellos libros que más me habían marcado y la serie Los
hijos de la Tierra es un claro ejemplo. Me hice con la primera entrega a
principios de los noventa, y me gustó tanto la historia de amor de esta pareja prehistórica
que, estando embarazada por aquel entonces, llegué a plantearme que si tenía
una hija la llamaría como su protagonista. Al final no fue así, por lo que en
la familia no hay ninguna Ayla.
Este libro es
la tercera entrega de la serie Los hijos de la tierra, en una edición
actualizada y revisada que se publica con el nuevo sello editorial de Maeva,
Red. Retomamos el hilo
narrativo exactamente donde lo dejamos en la anterior novela, cuando tras
abandonar el valle, Ayla y Jondalar se encuentran con los Mamutoi, un campamento de
cazadores de mamuts que vive en armonía con la naturaleza. En un entorno
gélido y casi sin árboles, sobreviven utilizando todas las partes del animal
más grande de las llanuras, incluidos sus huesos, como material de construcción
y combustible. Este encuentro supone la introducción de Ayla en una sociedad
muy diferente a la que conoce, lo que provoca un choque cultural. La relación
entre Ayla y Jondalar se pondrá a prueba cuando Ranec, uno de los hombres de la
tribu se interesa demasiado por ella…
Uno de los atractivos de esta serie es la recreación
histórica de la vida cotidiana en la Edad de Piedra, que resulta muy verosímil,
aunque en parte especulativa, sin duda. Gracias a una ardua labor de
documentación, Jean M. Auel proyecta
en la mente del lector un vívido retrato, de lectura didáctica, en el que se
detallan las costumbres, rituales y las dinámicas sociales de esos humanos
primitivos. Es una novela que te atrapa desde el primer momento y que gustará a
un amplio abanico de lectores, incluido el juvenil.
Y tú dirás que no has leído las anteriores entregas. ¡No pasa nada! La autora proporciona la información necesaria para que no te sientas perdida, aunque también es cierto que los dos volúmenes anteriores merecen mucho la pena, sobre todo el primero para conocer los orígenes de Ayla y de cómo sobrevivió sola cuando fue expulsada de su clan. Ahora, ella se debate entre la curiosidad y el temor al rechazo, pero su ansiedad resultará infundada porque rápidamente se gana un lugar entre este grupo de gente con costumbres diferentes a las suyas, gracias a los avances que aporta a la comunidad, a sus conocimientos como curandera y su conexión especial con los animales.
Aquí aparece un elemento que no estaba presente en los libros anteriores: el triángulo amoroso entre Ayla, Jondalar y Ranec. Nunca imaginé a Jondalar tan celoso y posesivo, al que le cuesta controlar sus emociones, confusas y desconocidas. Durante buena parte de la historia, llena de malentendidos, quise abofetearlo en un par de ocasiones, me parecía todo tan frustrante e infantil… Pero mi pasaje favorito fue cuando nuestra protagonista se reencontró con cierto animal por el que siente un especial cariño, y saltó sobre su lomo. Me recordó a Daenerys Targaryen montando a su dragón, aunque salvando las distancias. Ah, también hay una nueva incorporación animal a la familia, un cachorrito.
En definitiva, si te gusta la combinación de aventura, ficción
historia y romance, esta novela tiene todos los ingredientes para mantenerte
atrapada. ¿Te animas a leerla?
Que, buena reseña
ResponderEliminarHe leído los dos primeros, y me da pereza ponerme con los demás; pero Ayla es fantástica. Un beso.
ResponderEliminarHola Marina, como tú me lei todas las novelas de El clan del oso cavernario cuando salieron en los noventa, creo que la última ya llegó a decepcionarme era como si se le hubiera acabado la imaginación y fuera más de lo mismo. En fin, igual algún días las releo.
ResponderEliminarUn besazo
Hola, Marina:
ResponderEliminarEl primero me gustó mucho, pero el segundo se me hizo muy pesado. Me alegro que te hayan gustado mucho :-)
Beso grande.
Leí el primer libro allá también por los años 90, y me gustó mucho pero no me animé a leer los siguientes. Me despiertas ahora la curiosidad.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me "bebí" toda la serie y no te digo más que mi nieta se llama Ayla por la protagonista. Un beso
ResponderEliminarN sabía que habían vuelto a publicar esta serie de libros. Creo recordar que me falta solamente por leer el último pero ya me esperaré.
ResponderEliminarUn beso