Editorial: | Alfaguara |
Año de edición: | 2021 |
Páginas: | 500 |
P.V.P. | 20,90 euros |
Traductor: | Carlos Gumpert |
Sinopsis:
La comisaria Teresa Battaglia duda si seguir ocultando a su equipo la enfermedad que se ceba con su memoria, cuando recibe una llamada desde una galería de arte: ha sido hallado un retrato de enorme valor atribuido a un pintor de culto, Alessio Andrian, cuya undécima y última obra se creía perdida. El cuadro, sin embargo, posee un detalle que ensombrece el descubrimiento: la pintura roja que dibuja el rostro de una joven es en realidad sangre humana y, según el análisis cromático, el pincel del artista se empapó en un corazón que aún latía. Teresa y su equipo tienen que averiguar qué sucedió en 1945, año en que se pintó el cuadro, cuando el autor se encontraba escondido en los bosques cercanos a la frontera entre Italia y Yugoslavia huyendo de los nazis. Battaglia, con una salud cada día más frágil, debe confiar en la ayuda de su colaborador Massimo Marini, pero pronto se dará cuenta de que ella no es la única que oculta un secreto inconfesable.
Fuente: web de la editorial
Opinión personal:
Tenía muchas
ganas de reencontrarme con Teresa Battaglia, una comisaria de policía
especializada en perfiles criminales que se aleja de los clichés del género y
que acaba focalizando en ella toda la atención del lector, a la que conocí en
"Flores sobre el infierno". Hoy os hablo sobre "La virgen
negra", la segunda entrega de la serie que se puede leer perfectamente de
forma independiente al ser autoconclusiva, pero si queréis conocer a su
peculiar protagonista os recomiendo que os adentréis en su historia desde la
primera novela.
El peritaje de un
lienzo va a revelar unos resultados macabros: la presencia de una gran cantidad
de sangre en la composición del pigmento utilizado y de tejido cardíaco humano.
La obra en cuestión es el retrato de una joven, de enigmática belleza, pintada
en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial. Se titula "La Ninfa
durmiente" y es obra de un autor que aún sigue vivo, aunque en un
autoimpuesto estado vegetal desde hace setenta años. Es una tumba que respira.
¿Podría ser el indicio de un asesinato ocurrido hace siete décadas? ¿Quién fue
la víctima? Este tenue rastro de sangre conducirá al equipo de Teresa Battaglia
hasta el valle de Val Resia para investigar una muerte antigua, por lo que no
hay un asesino suelto al que dar caza para salvar a otras posibles víctimas, ni
el discurrir del tiempo sería un adversario. Pero sin saberlo reabrirán las
puertas de un pasado que no debería volver…
Esta es, grosso modo, la inquietante premisa de
una novela de suspense que vertebra su trama en dos líneas temporales, puesto
que para esclarecer los acontecimientos del presente hemos de remontarnos hasta
1945, al momento en que es pintado este enigmático retrato. Como ya ocurriera
en la anterior novela, uno de los puntos destacables es la ambientación, tremendamente
realista y evocadora, que se convierte en un personaje secundario de la trama. Gracias
a las sutiles descripciones, la autora logra que el lector active sus sentidos
del oído y el olfato para disfrutar de los salvajes aromas del bosque donde el
hombre es solo un irrelevante trazo en ese cuadro viviente. Palpables son los maravillosos
paisajes de una naturaleza portentosa hecha de bosques y picos de montaña, con
sus sonidos y colores, que da cobijo a una comunidad de gente muy especial, con
un carácter, un idioma y unas costumbres únicas.
De la mano de un
narrador omnisciente que asume la voz del relato al focalizar la atención sobre
todos los personajes y permitiendo el avance de las dos líneas argumentales, nos
vamos a encontrar con una narrativa muy visual de ritmo discontinuo, que comienza siendo marcado para luego sosegarse
y coger carrerilla conforme nos acercamos al desenlace, y multitud de capítulos de corta extensión. Hay momentos
puntuales en que el exceso de datos introducidos por la autora, aunque son
enriquecedores, ralentizan la lectura y el misterio pasa a un segundo plano, disipando
la tensión narrativa. Otra objeción que le pongo es que hay una escena en la
que su protagonista sufre un episodio de hipoglucemia y a la autora solo se le
ocurre endiñarle un buen pinchazo de insulina que, si hubiera ocurrido en la realidad,
habría tenido fatales consecuencias.
Notoria es la
rotundidad con la que la autora ha creado a su personaje principal, el de
Teresa Battaglia, una mujer de sesenta años con varias patologías graves. Ser policía
es lo que la define, siempre ha sido una fuerza vital capaz de dejar sin
energía al más pintado. Un personaje poco convencional, fuerte y obstinado, que
no se detiene ante ningún obstáculo ni se deja amedrentar por nadie, siempre dispuesta
a luchar contra el mal y la indiferencia social. Orgullosa e indomable, a veces
brusca pero siempre compasiva y con un don especial: una profunda empatía. En ella
hay un fuerte instinto maternal y protector que focaliza en su equipo, convirtiéndolo
en su círculo de confianza, de honor y de valores. Va a todos los sitios con su
diario, es su memoria de papel. En esta novela, la oscuridad se ha precipitado
en los recovecos de su alma, aunque ha aprendido a convivir con su presencia. En
cuanto al inspector Marini, mano derecha de Teresa, su personalidad emerge y nos
revela a un hombre con un tortuoso pasado que ha marcado su vida y puede que su
futuro. Cambió de destino para empezar de nuevo y poder encontrar la paz, algo
que sigue siendo una quimera. Necesitaba huir del dolor y de un sentimiento de
culpa que lo estaba devorando, antes de volverse loco. Por otro lado, celebro la
llegada de un nuevo miembro al equipo, alguien muy especial que espero de mucho
juego en la siguiente entrega de la serie.
Sintetizando:
"La virgen negra" es una novela de suspense aderezada con sutiles
dosis de historia. De fácil lectura, cuenta con una evocadora ambientación de idílicos
parajes. La segunda entrega de una serie protagonizada por una comisaria muy
especial, que se puede leer de manera independiente al ser autoconclusiva. Me ha gustado mucho conocer un poco más al
inspector Marini y ser testigo de cómo las vidas de sus dos protagonistas
comienzan a entrelazarse, no solo entre sí, sino también con los misterios de
un lugar fascinante como Val Resia y sus habitantes. Un título que he
disfrutado y recomiendo leer a los amantes de este género literario.
Y como siempre digo, esta es la opinión personal de una
simple lectora, no de una crítica literaria.
Creo que me ha gustado más que a ti. Ya vi en el primero que he leído hace muy poco que a la autora le gusta detenerse en los detalles y contestualizar y a mí me agrada. Lo de la insulina pues yo no idea porque no sé de eso pero me parece un fallo bastante gordo y fácilmente evitable, la verdad. Lo de los resianos me ha dejado flipada, no tenía ni idea y me ha resultado muy interesante.
ResponderEliminarBesos
Pues si dices que se pueden leer de forma independiente igual me animo con este. Una cuadro pintado, en parte, con sangre y tejido cardíaco humano puede ser un despropósito o resultar sumamente atractivo. Aunque la insulina para la hipoglucemia no es que me seduzca mucho... Mejor le hubiera dado un caramelo.
ResponderEliminarUn beso.
Qué pintaza tiene *.*
ResponderEliminarLo tengo fichado, que tiene muy buena pinta =)
ResponderEliminarBesotes
Buenos días:
ResponderEliminarMe gusta que las novelas de una saga sean autoconclusivas, de otro modo me pongo nerviosa y muchas veces no me atrevo a iniciarlas...Cosas mías. Me apunto el título por la ambientación y los detalles que aporta la autora.
Un abrazo y muchas gracias por la estupenda reseña!!
¡Me encanta, me encanta, me encanta! Tenía ganas de reencontrarme con la autora, no sabía cuántas hasta que he leído tu reseña 😅
ResponderEliminarEstupenda reseña, besos 💋💋💋
Ya sabes lo que me gusta a mí un argumento como este, aunque no conocía a la protagonista ni he leído la primera entrega. Voy a tener que solucionarlo. Besos
ResponderEliminarMe gustó la primera entrega, pero lo cierto es que no me entusiasmó tanto como para ahora animarme con esta. Quizá si no tuviera tanto pendiente lo haría, pero no es el caso así que no me lo planteo.
ResponderEliminarBesos.
Pese a esos fallitos que comentas, creo que me podría gustar, así que tomo buena nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues no he leído nada sobre esta comisaría, pero me ha entrado ganas de conocerla, es que no se pueden hacer reseñas tan buenas😅...
ResponderEliminarBeautiful blog
ResponderEliminarMagnifica reseña, Marina. Me la llevo apuntada si dices que no es necesario haber leído la anterior entrega. Un beso
ResponderEliminarCon tu reseña me dejas con mucha curiosidad y este libro aunque ahora mismo me apetecen otro tipo de lecturas no descarto nada ya que he retomado el género de misterio y quiera seguirlo leyendo
ResponderEliminar¡Hola! Ya me entró la curiosidad. Me encanta la portada y el género, pues obvio. Entonces ya queda apuntado.
ResponderEliminarBesos ♥
Menudo error el de administrar insulina a alguien con un cuadro de hipoglucemia. Los que tenemos algun familiar diabético tenemos muy claro que en esos casos lo mejor es que tome algo con azúcar. Bueno, dejando a un lado este gran pero, me anoto el título para conocer algo de esta autora italiana. Besos
ResponderEliminarPor muy independiente que pueda leerse yo soy maniática de por mí, así que creo que en caso de animarme empezaría por el anterior. Así que no sé, veremos. Besos.
ResponderEliminarLo voy a dejar pasar que no me termina de llamar.
ResponderEliminarSaludos
Hola amore! Tengo que pasar por tu reseña de puntillas y con los ojos un poco tapados porque es mi actual lectura, con la anterior me pasa igual porque también me ha llegado y aún no lo he empezado. Pero promete que volveré en cuanto los tengas leídos No dudo que tu reseña es genialísima como siempre y que te ha encantado! Un beso grande!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. No podía parar de leer. Ahora tocará esperar otro año o más para seguir sabiendo más de la comisaría y del inspector Marini.
ResponderEliminarMe gustó más el primero. "La virgen negra" tiene un argumento, en principio interesante, pero se va liando según avanza la novela y el final me parece un poco liado y precipitado. No se, me empieza a saturar los policías con tantos problemas personales.
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