Reseña Secretos mortales - Robert Bryndza

FICHA DEL LIBRO
Editorial:	Roca
Año de edición:	2023
Páginas:	440
P.V.P.	21,90 euros
Traductor:	Santiago del Rey

Sinopsis:

Es una mañana helada, una madre se despierta y encuentra en la carretera delante de su casa, el cuerpo empapado de sangre, y congelado, de su hija. ¿Quién podría llevar a cabo tal asesinato en la puerta de la casa de la propia víctima?

Justo después de haber vivido un angustioso caso, la detective Erika Foster se siente frágil pero decidida a liderar la investigación. Cuando se pone a trabajar, encuentra informes de agresiones en el mismo suburbio tranquilo del sur de Londres donde han matado a la chica. Hay un detalle escalofriante que los relaciona con la víctima del asesinato: todos fueron atacados por una figura vestida de negro que llevaba una máscara antigás.

Erika está a la caza de un asesino con una carta de presentación aterradora. El caso se complica más cuando descubre una maraña de secretos que rodean la muerte de la hermosa joven. Además, justo cuando Erika comienza a juntar las pistas, se ve obligada a enfrentarse a dolorosos recuerdos de su pasado. Erika debe profundizar, mantenerse concentrada y encontrar al asesino. Solo que esta vez, uno de los suyos está en terrible peligro.

Fuente: web de la editorial

Opinión personal:

Lo confieso, soy adicta a los libros de Robert Bryndza desde que en 2017 cayó en mis manos “Te veré bajo el hielo”. Con él se iniciaba una serie policíaca de la que he leído todas las entregas que posteriormente Roca Editorial ha ido publicando. Y por fin hoy comparto mis impresiones sobre Secretos mortales, la sexta novela, de un total de siete que hay publicadas en su idioma original. Un thriller policíaco protagonizado por Erika Foster, inspectora de la metropolitana de Londres. Su acción, comparada con sus antecesoras, no llega a ser tan intensa pero la trama me ha mantenido enganchada desde el primer capítulo.

En la víspera de Navidad, una joven es apuñalada en el mismo umbral de su casa. El asesino se ha ensañado con ella y no ha dejado ninguna pista. Será el equipo dirigido por la inspectora Erika Foster el encargado de llevar a cabo la investigación de un caso complejo, en el que todo el mundo parece ser sospechoso. Añade a esto que en los últimos tres meses varias personas han sido asaltadas por un hombre vestido de negro que oculta su identidad tras una antigua máscara de gas. Todas las agresiones han tenido lugar alrededor de las estaciones de tren. Erika tendrá que enfrentarse a dos casos que parecen solaparse en un momento determinado…

Como suele ser la tónica habitual en los libros de Robert Bryndza, la historia arranca con un primer capítulo que deja al lector con el desasosiego por conocer la identidad y los motivos del asesino. La víctima tenía muchos secretos e iremos descubriendo quién era realmente a través de las declaraciones de los amigos, familiares y vecinos que la conocían. El desenlace sobreviene de un giro argumental que no me esperaba y, aunque me dejó la mandíbula a ras de suelo, está un poco cogido por los pelos, pero es totalmente factible. También hay espacio para la crítica social, en esta ocasión toca el tema de la soledad en los ancianos.

Estamos ante un título autoconclusivo que perfectamente puede leerse con independencia del resto, aunque no lo recomiendo porque, aparte de que te tragarías spoilers del anterior caso, el autor ha ido desarrollando poco a poco a los personajes, implicando al lector en su evolución, y te estarías perdiendo piezas importantes del conjunto de la historia si comienzas leyendo esta última novela. Los componentes del equipo de Erika son parte fundamental de las tramas y ayudan a equilibrar la violencia de los crímenes, de ahí que haya disfrutado mucho reencontrándome con personajes familiares como Kate Moss, Isaac, Peterson, McGorry y en especial con Edward, el suegro de Erika, Son como viejos conocidos con los que, de vez en cuando, quedas para tomar unas cañas.

Escrita con una prosa sencilla y visual, en medio de una atmósfera lóbrega y gélida, será un narrador omnisciente quien ponga voz al relato a golpe de capítulos breves que impulsan una trama con su intriga perfectamente dosificada. El ritmo no es constante, se alternan momentos extremadamente tensos con situaciones reflexivas en las que Erika debe enfrentarse, una vez más, a su doloroso pasado. Ha sufrido una serie de altibajos y ya no es la chica dura de los primeros libros. Parecía haber levantado cabeza después de lo ocurrido hace más de dos años, pero esa herida aún supura, aunque ella se niegue a reconocerlo. Su carácter no ha sido estático, se vio abocada a convertirse en un lobo solitario desde entonces, descuidando su vida privada y centrándose en el trabajo, lo único que la hace sentir viva. 

Sintetizando: Secretos mortales es la sexta entrega de la serie protagonizada por la inspectora de la metropolitana de Londres, Erika Foster. Una novela de suspense policíaco, de lectura fluida y narrativa muy visual que cuenta con un giro final que no vi venir y me dejó totalmente descolocada. Si todavía no habéis leído nada del autor os animo a darle una oportunidad porque os gustará.

Y como siempre digo, esta es la opinión personal de una simple lectora, no de una crítica literaria.

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