Reseña La araña - Lars Kepler

FICHA DEL LIBRO
Editorial:	Reservoir Books
Año de edición:	2024
Páginas:	608
P.V.P.	23,90 euros
Traductor:	Pontus Sánchez

Sinopsis:

En un islote del Báltico, al norte de Estocolmo, cerca de un antiguo cementerio de enfermos del cólera, un grupo de excursionistas topa con un macabro hallazgo: una bolsa atada a un árbol y en su interior un cadáver disuelto en productos químicos. La policía no tardará en descubrir que el cuerpo pertenece a una de sus agentes, Margot Silverman.

Otros muertos aparecen en circunstancias parecidas, y una y otra vez son personas relacionadas en el pasado con el inspector Joona Linna. Su antigua compañera Saga Bauer, que trabaja actualmente en una agencia de detectives, desempolva una vieja postal que de algún modo anticipaba el modus operandi del brutal autor de estos asesinatos: habrá nueve balas para nueve víctimas. Y empieza a recibir, además, otro tipo de envíos, incluso más ominosos.

Alguien está planteando a los investigadores una serie de enigmas y les da la oportunidad, si los resuelven rápido, de impedir los crímenes antes de que ocurran. Joona y Saga deberán unirse para encajar las piezas de cada puzle, pero siempre parecen llegar demasiado tarde. ¿Lograrán escapar de la oscura red de amenazas que ha urdido la Araña?

Fuente: web de la editorial

Opinión personal:

Lars Kepler, pseudónimo con el que firma un matrimonio de escritores suecos, se hizo un merecido hueco en mis estanterías cuando leí en 2010 El hipnotista. Desde entonces no me he podido resistir a ninguno de los libros que se han ido publicando de esta serie protagonizada por el inspector Joona Linna. La araña es la novena entrega, un thriller policíaco de ritmo frenético que discurre sin descanso, con giros inesperados y una atmósfera opresiva que me mantuvo en vela, leyendo hasta altas horas de la madrugada.

Hace tres años, Saga Bauer recibió una postal con un mensaje críptico y amenazante en la que se mencionaban nueve balas blancas. Una de ellas estaba destinada a Joona Linna y la única que podría salvarlo sería ella. Pasó el tiempo y la amenaza cayó en el olvido, pero ahora se hace muy real cuando hallan un cadáver en uno de los cementerios para víctimas del cólera más grandes del país. El cuerpo está disuelto en ácido y junto a él aparece un casquillo blanco. Sabiendo que tiene las horas contadas, Joona deberá resolver uno de los casos más angustiosos de su carrera…

Con esta premisa tan escalofriante nos adentramos en una novela cuya tensión irá in crescendo a medida que avancemos en la lectura. Como es habitual en las novelas de esta pareja de escritores, al darle total prioridad a la acción consiguen agarrar al lector del pescuezo y sumergirlo en una espiral de acción muy dinámica, con el suspense correctamente dosificado en una trama con escenas de violencia extrema, descritas de manera extremadamente visual, muy gore, difíciles de digerir por estómagos delicados. También contiene otras más subiditas de tono, que creo innecesarias, pero eso ya es una opinión personal. En cuanto a los personajes, están escuetamente perfilados, pero ya los conocemos de anteriores novelas. Destacan Joona y Saga Bauer, ambos acosados por sus propios demonios y un pasado lleno de traumas.

Como ya he dicho antes, esta novela es la novena entrega y los autores ya advierten, antes del comienzo, que en ella se revelan acontecimientos de dos títulos anteriores: Lazarus y El hombre de arena. Por lo tanto, os preguntareis si es necesario haberlos leído previamente. No es estrictamente necesario, pero sí que os lo recomiendo porque al estar los tres títulos estrechamente relacionados, muchos de los detalles cobrarán sentido.

En definitiva, un thriller policíaco que recomiendo a los adictos al noir nórdico que tengan un estómago a prueba de escenas de violencia extrema en general, y a los lectores de Kepler en particular.

Y como siempre digo, esta es la opinión personal de una simple lectora, no de una crítica literaria.

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