Editorial: | Lira |
Año de edición: | 2025 |
Páginas: | 384 |
P.V.P. | 22,95 euros |
Traductor: | Marta Rebón |
Opinión personal:
Es curioso de dónde proviene el título de este libro, jamás lo
hubiera adivinado y menos con esa bonita portada. Pero no lo voy a desvelar
porque prefiero que lo descubráis al leerlo. Ambientada en Edimburgo, esta novela
debut de la autora nos ofrece una reinterpretación, desde una perspectiva
moderna y crítica del siglo XXI, de un caso verídico silenciado por la Historia:
el asesinato, en 1679, de Lord James Forrester, figura prominente de la nobleza
escocesa, y la posterior acusación contra Lady Christian Nimmo, su joven sobrina
política y amante.
Prisión de Edimburgo, 1679. Lady Christian es acusada del
asesinato de su amante y tío político, James Forrester, y sentenciada a muerte
por decapitación. Tan solo le quedan tres días de vida. Pero ella no es la
única mujer en la vida de la víctima, ni la única con motivos para desear su
muerte. ¿Lo mató ella o está protegiendo a alguien?
La novela rompe la linealidad cronológica con continuos
saltos en el tiempo que retroceden hasta el momento mismo del detonante,
ocurrido un año antes. Así va tejiendo lentamente el tapiz de lo que realmente
le sucedió a Lord James. La trama alterna entre dos voces intimistas en primera
persona: la de lady Christian, miembro de la aristocracia escocesa y acusada
del asesinato, y la de Violet Blyth, la principal testigo del crimen, una meretriz
con un pasado marcado por la pobreza que la ha obligado a endurecerse. Ambas
protagonistas irán componiendo un fresco emocional y social de un Edimburgo
oscuro, que huele a orines y humedad, lleno de normas que oprimen y condenan.
En este escenario, culpa, deseo, vergüenza y miedo se entrelazan de forma sutil.
La narración avanza con una cadencia marcada a golpe de
capítulos breves, entre los que se intercalan fragmentos de un panfleto de
noticias sobre el juicio.
A través de estas dos voces, la autora denuncia el papel que
se asignaba a las mujeres en aquella época en la que su nacimiento ya era una
condena anticipada y su palabra valía menos que el silencio de un hombre. Christian
no es una heroína, ni Violet una simple testigo. Son mujeres complejas, heridas
y llenas de contradicciones, moldeadas por un sistema que no las escucha. Y ahí
está el corazón de la novela: en mostrar cómo la justicia, tal como estaba
concebida, jamás estuvo pensada para protegerlas. Lo que pesa no es la verdad,
sino la apariencia. Lo que duele no es solo la muerte, sino el juicio moral que
recae sobre quienes se atreven a salirse del papel asignado.
En definitiva, una novela debut que mezcla la ficción
histórica con el drama psicológico y tenues pinceladas de suspense, por lo que
gustará a un amplio abanico de lectores.
Me has convencido. Me la llevo a mi lista de pendientes.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Marina, pues me parece muy interesante. La apunto.
ResponderEliminarUn besazo