Ruta Sepetys - Entre tonos de gris

FICHA DEL LIBRO
Autora:	Ruta Sepetys
Título:	Entre tonos de gris
Editorial:	Maeva
Año de edición:	2011
Género:	Narrativa
ISBN:	9788415120254
Páginas:	288

Sinopsis:

Junio de 1941, Kaunas, Lituania. Lina tiene quince años y está preparando su ingreso en una escuela de arte. Tiene por delante todo lo que el verano le puede ofrecer a una chica de su edad. Pero de repente una noche, su plácida vida y la de su familia se hace añicos cuando la policía secreta soviética irrumpe en su casa llevándosela en camisón junto con su madre y su hermano. Su padre, un profesor universitario, desaparece a partir de ese día. 

A través de una voz narrativa sobria y poderosa, Lina relata el largo y arduo viaje que emprenden, junto a otros deportados lituanos, hasta los campos de trabajo de Siberia. Su única vía de escape es un cuaderno de dibujo donde plasma su experiencia, con la determinación de hacer llegar a su padre mensajes para que sepa que siguen vivos. También su amor por Andrius, un chico al que apenas conoce pero a quien, como muy pronto se dará cuenta, no quiere perder, le infunde esperanzas para seguir adelante. Este es tan solo el inicio de un largo viaje que Lina y su familia tendrán que superar valiéndose de su increíble fuerza y voluntad por mantener su dignidad. ¿Pero es suficiente la esperanza para mantenerlos vivos?

Opinión personal:

En lo que va de año he leído un par de libros ambientados en la Segunda Guerra Mundial y en todo lo que el holocausto nazi supuso para la vieja Europa. Pero nunca hasta ahora me había enfrentado al capítulo de la historia  que se narra en esta novela: el del exterminio soviético sobre los países Bálticos. Es sorprendente que las atrocidades llevadas a cabo por Stalin, y las deportaciones masivas de Siberia, sigan siendo una parte relativamente desconocida y no contada de la historia. El desplazamiento de grandes contingentes humanos a zonas remotas y a menudo, de difícil supervivencia. Desconocía que el Kremlin estableció listas de personas consideradas antisoviéticas por el régimen y que debían ser asesinadas o deportadas a Siberia. La gente con cierta cultura como médicos, abogados, profesores, empresarios músicos o artistas fueron considerados antisoviéticos y añadidos a la lista de la exterminación en masa, sufriendo atrocidades espeluznantes e inimaginables. Unas personas que, de la noche a la mañana, se encontraron atrapados entre el imperio nazi y el soviético, y lo que es más grave aún, fueron olvidados por el resto del mundo. Las primeras deportaciones comenzaron el 14 de junio de 1941, justo cuando comienza la historia de esta novela.

Una noche de principios de verano de 1941, mientras Lina se encontraba en pijama escribiendo una carta a su prima, la policía secreta soviética (NKVD) llama a su puerta. Vienen a detenerla a ella, a su madre y a su hermano Jonas, un niño de diez años. Hasta ese día Lina era una chica feliz, tenía una vida acomodada y un futuro prometedor como estudiante de arte en uno de los mejores centros artísticos de Europa, gracias a sus dotes como pintora. Todo empezó a complicarse cuando unos días antes su padre, rector de la universidad de Lituania, fue detenido. La familia de Lina había sido calificada como partidarios fascistas y enemigos políticos por parte de los soviéticos, y se les da unos minutos para preparar una mísera maleta, los suben a un camión, junto a más personas, y los llevan hasta la estación. Una vez allí, los meten en vagones para ganado, hacinados como bestias, sin compasión ninguna y sin procurarles apenas agua ni comida. Mientras el tren parte hacia un destino incierto, un sacerdote les administra la extremaunción. Comienza para Lina y su familia la peor pesadilla de su vida, siendo tratados como criminales, estando a la altura de la basura, viviendo en condiciones inhumanas, por lo que muchos de los que comenzaron ese viaje, no lograron llegar a su destino, no sobrevivieron. Se inicia lentamente su camino hacia el norte, atravesando el Círculo Polar Ártico, a un campo de trabajo en una de las zonas de mas frío de Siberia. Comienza una lucha por sus vidas bajo las más crueles de las condiciones.

Entre tonos de gris es una novela que está narrada en primera persona, desde el punto de vista de la joven Lina y cuyos personajes son ficticios, surgidos de la imaginación de la autora. Al hacerlo desde la perspectiva de un personaje tan joven e inmaduro, la autora no ha conseguido intensificar el dramatismo de unos acontecimientos tan duros y vergonzosos, que además están basados en hechos reales. He sentido, al leerlo, que la historia destila demasiada inocencia, de ahí que no crea capaz a su personaje de captar toda la gravedad de los acontecimientos que les tocó vivir. Esto me impidió acercarme lo suficiente a sus personajes, para llegar a comprender las cuitas de todos ellos y algunos me han parecido planos, vacíos. Al poner en el personaje de Lina la voz narrativa, no he empatizado con casi ninguno de ellos ni me han emocionado ciertos acontecimientos. Quizás me haya vuelto demasiado fría y sea yo el problema, pero hubo ciertos momentos cargados de dramatismo, como la muerte de un ser querido, en los que su protagonista apenas mostró dolor y no me transmitió nada. Un personaje que sí me llegó a calar fue el de Elena Vilkas, la madre de Lina. Ella se nos presenta como una mujer llena de amor por su familia y por los demás, que se desvive y se sacrifica por todos y cada uno de sus compañeros de cautiverio. Una mujer con una increíble fuerza de voluntad, capaz de ver el lado positivo de todas las cosas y de transmitirlo por todos los poros de su piel.

Por otro lado, me hubiese gustado que su final no fuese tan precipitado, porque deja algunos flecos sueltos. La autora deja en el aire el destino que corrieron algunos compatriotas de Lina que la acompañaron en su viaje al infierno, ni conocemos los detalles de su salida de este campo de trabajo, su vuelta a casa, etc.

Entre tonos de gris es una novela lineal cronológicamente, con una historia interesante, pero escaso trasfondo histórico. Escrito con una prosa sencilla, directa y fluida, la autora no se extiende ni incide mucho en las descripciones de los ambientes. Con un total de 288 páginas, este libro está dividido en tres grandes bloques y contiene un total de 85 capítulos más un epílogo. Desde un punto de vista estilístico, no veo muy efectivo el uso de "flashbacks" en cursiva que la autora introduce en bastantes capítulos y que representan recuerdos de su protagonista. Algunos de estos son importantes para ciertos aspectos de la trama, pero muchos no proporcionan ninguna relevancia real a la historia. Me ha gustado el hilo correspondiente al tema artístico que se desarrolla durante todo el libro, y la habilidad de Lina como artista, así como su amor por las obras de Munch.

En resumen, Entre tonos de gris es la historia de Lina y de su familia, de su lucha por permanecer juntos y sobrevivir al exterminio llevado a cabo por el régimen soviético. Una historia de dolor, de resistencia, de desesperación y supervivencia contada desde la perspectiva de una joven. La esperanza es lo que impulsa a sus personajes a continuar, a pesar de las penurias por las que pasan.

Y como siempre digo: esta es la opinión de una simple lectora, no de una crítica literaria.

Su autora:

Ruta Sepetys (Michigan, Estados Unidos) es hija de un refugiado lituano. Tiene una licenciatura en Finanzas Internacionales del Hillsdale College. Antes de fundar su propia productora de música en Nashville, donde vive actualmente, vivió en París y en Los Ángeles. 

Entre tonos de gris (Between shades of gray, 2011), su primera novela, es un homenaje a su padre y a las miles de víctimas de la región báltica que acabaron sus días en el Gulag estalinista. La autora ha llevado a cabo un intenso trabajo de investigación, que incluye entrevistas con familiares e historiadores. El resultado es esta magnífica novela que ha entrado directamente en las listas de los más vendidos en Estados Unidos poco después de su lanzamiento, y que se publicará en más de veinte países.