El último beso - James Crumley

FICHA DEL LIBRO
Editorial:	Salamandra
Año de edición:	2020
Páginas:	320
P.V.P.	18 euros
Traductor:	Enrique de Hériz

Sinopsis:

Sughrue, detective privado de Meriwether (Montana) que pasa temporadas trabajando en un bar de alterne, es contratado un buen día para seguir la pista de Trahaerne, un escritor de best-sellers desaparecido,al que encuentra en un miserable antro de la Costa Oeste. Inmediatamente, recibe un nuevo encargo: hallar a Betty Sue Flowers, una enigmática joven de la que no se sabe nada desde hace diez años. Como la compañía le resulta bastante agradable, el detective lo embarca en un periplo delirante en el que, a medida que crece la fascinación de Sughrue por la chica, las infinitas ramificaciones del caso parecen burlarse de él.

Fuente: web de la editorial

Opinión personal:

Hoy os traigo mis impresiones sobre "El último beso", una novela negra impregnada de la esencia americana, escrita a finales de los años setenta, que contiene los ingredientes típicos que caracterizan a este género literario: un detective sin ambiciones, varias femmes fatales, alcohol a raudales y una ambientación decadente.

C. W. Sughrue es un detective privado de Montana que lleva años dedicado a buscar personas desaparecidas. Como un viejo sabueso a la caza del último mapache, va siguiendo la estela, por distintos estados, de un  famoso escritor y poeta, un tipo difícil de seguir e imposible de atrapar, Abraham Trahearne. Tiene instrucciones de su exesposa de encontrarlo antes de que el alcoholismo lo lleve de cabeza al hospital…o hasta la misma tumba. A través de grises puertos de montaña, de verdes valles de los distintos estados, durmiendo incluso en las mismas camas de motel donde su presa se había hospedado, o emborrachándose en los mismos garitos de mala muerte, después de tres semanas logra dar con él en un pequeño antro de las afueras de Sonoma, California. Finalmente, ambos acabarán siguiendo la pista de una chica de diecisiete años que desapareció sin dejar rastro hace una década. Una búsqueda que se volverá obsesiva para nuestro protagonista…

"El último beso" estructura su argumento en un total de diecinueve capítulos y está escrita con un lenguaje sencillo, contiene cierta dosis de tensión subyacente, que ocasionalmente se difumina, pero que es capaz de mantener al lector lo suficientemente comprometido con la historia como para ansiar conocer su desenlace, que será inesperado y sorprendente. A través de un narrador protagonista, el de Sughrue, su autor nos sumerge en una historia singular que explora la naturaleza defectuosa y dañada de unos personajes moralmente grises, entre melopeas y resacas, botellas de whisky que nunca se acaban y drogas como esparcimiento, y en la que se hace patente el malestar tras la guerra del Vietnam y la decadencia del sueño hippie.

El empleo de un narrador en primera persona, aún siendo muy arriesgado, es ideal porque su voz intimista permite conocer la historia desde su punto de vista a la vez que nos revela su personalidad, pudiendo entender sus inquietudes y miedos o incluso empatizar con él. Personalmente me gusta sumergirme entre las páginas de un libro para evadirme de la realidad y calzarme unos zapatos que no son míos, disfrutando de una historia que jamás viviré y eso lo logro cuando la narración está inteligentemente llevada a cabo por un narrador protagonista que acapara toda mi atención, haciéndome partícipe de su aventura al completo. Pero tiene el inconveniente de mostrar la trama desde el punto de vista exclusivo de su personaje principal, pudiendo sesgar ciertos matices de la historia a los que no tiene acceso. 

Una de las cosas que me gusta de este género literario es el ritmo contundente que acompaña al lector durante toda la trama, pero esta novela carece de ello. A pesar de tener poco más de trescientas páginas, en ocasiones el autor divaga en una especie de deriva sin rumbo a través de la investigación. Por otro lado, me ha resultado un tanto patético el bulldog alcoholizado que acompañará a nuestro detective en sus correrías.

Como os decía, el punto fuerte de esta novela recae en su protagonista, un veterano de la guerra de Vietnam, alcohólico y sin ambiciones. Es un excelente vehículo para explorar la sociedad de la época y sus bajos fondos. Está tan bien perfilado que prácticamente puedes sentir como el alcohol corre por sus venas mientras se embarca en un viaje por carretera a través de varios estados de la Costa Oeste de Estados Unidos. Un personaje completamente imperfecto y mundano, el clásico holgazán de vida nómada, con un código ético muy singular, que se verá atrapado entre personas defectuosas, emocionalmente inestables y con secretos ocultos. Es un hombre de honor, comprometido con su trabajo, que desprecia la mezquindad. Un solitario de moralidad orgullosa e intransigente cuyo mayor defecto es la inquebrantable empatía que siente por las personas que lo rodean. Sin embargo, el resto de personajes secundarios están ligeramente pincelados, descafeinados, con la profundidad justa para poder identificarlos y hacernos una ligera idea de hasta dónde están dispuestos a llegar.

Sintetizando: "El último beso" es la novela debut de James Crumley, publicada en 1978 y considerada una de las más influyentes de los últimos cincuenta años, ha sido todo un referente para escritores como Michael Connelly o Dennis Lehane. Una historia que pone de relieve la palpable niebla de la desilusión por el fracaso en la guerra de Vietnam y en la que todo está regado con una buena dosis de whisky y arrepentimiento. Un título que recomiendo a quien busque una obra emblemática del noir en general y a los puristas del género en particular.

Y como siempre digo, esta es la opinión personal de una simple lectora, no de una crítica literaria.