El último barco - Domingo Villar

FICHA DEL LIBRO
Editorial:	Siruela
Año de edición:	2019
Páginas:	712
P.V.P.	23,95 euros

Sinopsis:

La hija del doctor Andrade vive en una casa pintada de azul, en un lugar donde las playas de olas mansas contrastan con el bullicio de la otra orilla. Allí las mariscadoras rastrillan la arena, los marineros lanzan sus aparejos al agua y quienes van a trabajar a la ciudad esperan en el muelle la llegada del barco que cruza cada media hora la ría de Vigo.

Una mañana de otoño, mientras la costa gallega se recupera de los estragos de un temporal, el inspector Caldas recibe la visita de un hombre alarmado por la ausencia de su hija, que no se presentó a una comida familiar el fin de semana ni acudió el lunes a impartir su clase de cerámica en la Escuela de Artes y Oficios.

Y aunque nada parezca haber alterado la casa ni la vida de Mónica Andrade, Leo Caldas pronto comprobará que, en la vida como en el mar, la más apacible de las superficies puede ocultar un fondo oscuro de devastadoras corrientes.

Fuente: web de la editorial

Opinión personal:

Uno de los propósitos que me hice para este nuevo año fue el de conocer la pluma de Domingo Villar, el autor que tan excelentes críticas había cosechado con la publicación de "Ojos de agua" y "La playa de los ahogados", dos novelas de una serie genuina, ambientada en tierras gallegas y protagonizada por el inspector Leo Caldas. Hoy os traigo mis impresiones sobre "El último barco", el tercer volumen de la serie, una novela que te traslada, sin aparente esfuerzo, hasta los paisajes de Vigo.

Nada hacía presagiar que aquel martes de noviembre sucediese algo que perturbaría la tranquilidad acostumbrada en la comisaría de Vigo, hasta que Víctor Andrade, una eminencia de la cirugía, contacta con el superior de Leo Caldas preocupado porque su hija Mónica ha desaparecido. La familia está inquieta porque no creen que se haya marchado motu proprio. El comisario quiere darle prioridad, tiene una deuda moral con el padre, y le encarga a Leo que se ponga al frente de la investigación. Nadie ha llamado pidiendo un rescate, pero es algo que no descartarán, aunque nada hace presumir, tras unas primeras pesquisas, que se trata de una desaparición forzada. ¿Dónde está Mónica Andrade? Muchas son las preguntas y ningunos los indicios que le den respuesta, pero paso a paso Leo Caldas constatará que las apariencias pueden ser engañosas y que en la vida, como en el mar, la más sosegada de las superficies puede ocultar un fondo de siniestras corrientes…

"El último barco" es la tercera entrega de una serie protagonizada por el inspector de la policía Leo Caldas y el agente Rafael Estévez. Un tándem que funciona y se complementa  a la perfección, a pesar de sus diferentes personalidades y defectos que van a quedar totalmente equilibrados. En este volumen Leo brillará con luz propia, quedando su compañero en un segundo plano. Leo es un policía comprometido con su trabajo, que compagina con una colaboración semanal en "Patrulla en las ondas", un programa radiofónico que le ha otorgado una popularidad no deseada. Un bonachón sosegado y solitario, de costumbres fijas y  silencios  perpetuos, que se marea tanto en coche como en barco, muy reacio a mostrar sus sentimientos, pero ante un caso se concentra sin dificultad en aquellos indicios que puedan llevarle a esclarecer lo sucedido, escudriñando y tratando de localizar la esencia del criminal impregnada en el lugar de los hechos. En contraposición está Rafael Estévez, un agente oriundo de Aragón más basto que un serón, con fama de tener la mano larga y por virtud la franqueza extrema. Alguien que produce inquietud en los canes, que no sabe controlarse cuando se cabrea, muy terco pero en el fondo un cacho de pan al que incomodan el impredecible clima y la sinuosa ambigüedad gallega.

Domingo Villar nos sumerge en una investigación metódica y rigurosa que en ocasiones se dilata, dando la impresión de que no sucede nada, que se estanca ante un callejón sin salida y parece entrar en bucle, con una calma que hace imperceptible su avance. Escrita con una prosa sencilla y una narrativa muy visual y fluida a golpe de capítulos cortos que se encabezan con entradas del diccionario y sus diferentes acepciones, su ritmo comienza siendo pausado pero se acrecentará conforme avanzan las pesquisas y es inminente su final. De la mano de un narrador omnisciente, que asumirá la voz del relato para mostrarnos los diferentes puntos de vista de sus personajes, iremos completando un cuadro costumbrista donde queda plasmada la cotidianidad del entorno vigués y de sus habitantes, la historia de uno de sus edificios más emblemáticos como es el de la Escuela de Artes y Oficios, que da cabida a la enseñanza de diversos oficios artesanales, las conversaciones de taberna, la pertinaz lluvia, el denso silencio de las mariscadoras rastrillando la arena, las bateas mejilloneras flotando plácidamente en un mar salpicado de reflejos, o la agreste belleza de un paisaje que permanece inalterable en el tiempo. Todo ello a partir de los trazos que nos va proporcionando, con mucho mimo y minuciosidad, su autor en esta obra perfectamente estructurada y redactada, con un final sorprendente que no deja cabo suelto y que implicará al lector en un caso en el que se le da absoluta prioridad a una investigación concienzuda e inteligentemente solvente sobre la acción trepidante. Un caso en el que Mónica Andrade será la protagonista ausente y a quien iremos conociendo  a lo largo de la investigación. Una mujer valiente e inteligente, una treintañera soñadora que trabaja como profesora auxiliar de cerámica en la Escuela Municipal de Artes y Oficios y escogió llevar una vida tranquila y discreta al otro lado de la ría, en Tirán. Una lectura con la que he disfrutado mucho al adentrarme, de la mano de Domingo Villar, en las diferentes disciplinas impartidas en la escuela de Arte y Oficios, localizada en un edificio señorial donde se forman, desde principios del siglo XX, tallistas, dibujantes, modelistas y otros artesanos. Un escenario de mucho peso en el argumento de esta novela.

Sintetizando: "El último barco" es una novela negra impregnada de tintes gallegos, trufada de humor  y un sutil  toque didáctico, con una cuidada puesta en escena en la que destaca una ambientación genuina que, sin necesidad de dilatadas descripciones, es capaz de hacer perceptible el intenso aroma de la ría y la bajamar, y que convierte a la ciudad de Vigo en un personaje más de la historia. El tercer volumen de una serie protagonizada por unos personajes matizados y cercanos, totalmente creíbles y con los que se puede llegar  a empatizar, entre los que destaca, brillando con luz propia, el de Leo Caldas. Una novela autoconclusiva, de ritmo sosegado, que perfectamente puede leerse de manera independiente, sin necesidad de haberse adentrado en las anteriores publicaciones. Una historia tejida a base de indicios que se resisten y una trama de desarrollo pausado en la que se plantea el caso de una desaparición sin víctima ni móvil, donde nada hace pensar que se ha cometido un delito y en el que las apariencias pueden ser engañosas. 

Y como siempre digo, esta es la opinión personal de una simple lectora, no de una crítica literaria.

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