Editorial: | |
Año de edición: | 2023 |
Páginas: | 475 |
P.V.P. | 23,90 euros |
Traductor: | Marta Armengol y Marta Aulel |
Sinopsis:
El día de su sesenta cumpleaños, una mujer se suicida. Su muerte conduce a la reapertura de un caso sin resolverdesde 1988. Con gran estupefacción, Carl Mørk y el equipo del Departamento Q descubren que, durante treinta años, un asesino particularmente astuto ha elegido a una víctima en una fecha señalada, haciendo pasar el asesinato por un accidente o un suicidio. Y siempre deja en la escena del crimen un montoncito de sal. En el contexto de las restricciones sanitarias debidas al covid-19, que dificultan aún más su trabajo, el Departamento Q se embarca en una investigación cuyo alcance no pueden ni imaginar.
Fuente: web de la editorial
Opinión
personal:
Hace unos años descubrí por casualidad esta serie y, tras
conocer a sus personajes, que son ya casi como de mi familia, me hice adicta a
ella. Por eso cada vez que Jussi Adler-Olsen publica novela, se forma un buen
jolgorio en casa, aunque eso suponga que ya faltan menos títulos para completar
la serie. Hoy os traigo mis impresiones sobre Cloruro de sodio, el
noveno y penúltimo libro del Departamento Q, con el que su autor me ha
conquistado una vez más. Un thriller policíaco que mantiene la tensión en todo momento,
hasta la última página.
Hago un breve inciso para comentaros que, aunque cada libro
que compone la serie es autoconclusivo y se puede leer de manera independiente,
os recomiendo que lo hagáis en orden de publicación para no perderos matices y
la evolución de sus personajes a lo largo de todos los años que llevan
trabajando juntos en esta sección de la policía de Homicidios, creada por el
gobierno danés para reabrir casos que fueron archivados sin resolver.
Todo comienza con un prólogo cuyos sucesos ocurren en
Copenhague, en 1982, y cuyo significado el lector no descubrirá hasta el final.
Un rayo ha alcanzado a un grupo de personas, dejando seis cadáveres y una
séptima víctima con un halo de vida. Inmediatamente saltamos a finales de 2020,
cuando Marcus Jacobsen, el jefe del Departamento de Homicidios, le pide al
equipo de Departamento Q, la división más anárquica del cuerpo policial que
está compuesta por un reducido grupo de cuatro personas y dirigida por Carl
Morck, que vuelvan a revisar las circunstancias de un caso ocurrido hace
treinta y dos años. Una mujer y su hijo de tres años se acercaron al taller
para recoger su coche cuando el edificio entero reventó. Murieron todos los
mecánicos y el pequeño. La madre nunca pudo sobreponerse a esta pérdida y el
día de su sesenta cumpleaños, se quita la vida. Tras las primeras pesquisas,
descubrirán un detalle que lo podría vincular con otros casos cuyas
circunstancias hicieron pensar que se trató de accidentes o suicidios.
Con esta prometedora premisa da comienzo la novena entrega de
Departamento Q, una serie en la que el trasfondo privado de sus personajes, así
como sus problemas y conflictos personales, son parte fundamental de la trama.
En este nuevo título Carl Morck se encuentra en la mejor época de su vida, es
completamente feliz, pero todo se acaba complicando para él con la aparición de
nuevas evidencias en el caso de la pistola de clavos en el que estuvo
implicado. Uno de sus compañeros perdió la vida y el otro quedó tetrapléjico. Assad,
este inmigrante sirio que me conquistó en la primera novela, está muy afectado
por su nueva dinámica familiar y aunque lo he notado más apagado de lo
habitual, continúa haciendo un café horrible y proverbios sobre camellos más
malos todavía. Todo ello bajo el contexto de las restricciones por el
coronavirus, lo que contribuye a darle autenticidad a la historia.
De la mano de un narrador omnisciente, que es el encargado de
impulsar la historia, el lector se dejará conducir por los diferentes
escenarios y puntos de vista de sus protagonistas. Con su habitual estilo
fluido a golpe de capítulos breves, que nos apremia a leer sin demora en un
intento de mantener la tensión y el suspense en todo momento, su autor ha
superado una vez más mis expectativas con una trama extremadamente compleja y
retorcida a la que le añade, como viene siendo habitual en todas sus novelas, una
buena dosis de crítica social y sutiles pinceladas de humor para restar
dramatismo. Los hilos de las distintas subtramas no están forzados y se irán
tejiendo entre sí con total naturalidad.
Sintetizando: Cloruro de sodio es un thriller policíaco de
ritmo intenso y tensión perfectamente dosificada. A pesar de ser la novena entrega, no
es esencial haber leído las anteriores porque el caso policial es
autoconclusivo, aunque os recomiendo que leáis en orden la serie para conocer
los antecedentes de los dramas que han ido perfilando las vidas de sus
personajes, que son el pilar fundamental. Una historia que acelerará tu pulso en su resolución final, a pesar de
que se veía venir, y que recomiendo a los aficionados a este género literario
en general y a los seguidores de esta serie en particular.
No conozco esta serie, pero si te gusta tanto será por algo. Quiero conocer a esos personajes, voy a ver qué libros encuentro y si no empezaré por este. Besos
ResponderEliminarSin ser fan del género, no me importaría leer al menos el primero; además, me los han recomendado varias veces. A ver si me animo.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Marina, estos me recuerdan a La brigada de Anne Capestan de Sophie Henaff, que se componía de los "desechos" de la policía francesa y se dedicaban a resolver casos antiguo... curioso.
ResponderEliminarUn besazo
No he leído ninguno de esta serie y mira que pinta bien. Este que traes hoy tiene pinta de ser muy adictivo. A ver si me animo a comenzar la serie.
ResponderEliminarBesotes!!!
No he empezado esta serie, pero no me importaría hacerlo.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias por la info. Un beso.
ResponderEliminarMe gusta la novela nórdica pero esta serie no la conocía y veo que tiene muchos títulos publicados. apuntada queda, gracias Marina.
ResponderEliminarUn beso
Es una saga demasiado larga para empezarla con todas las que tengo pendientes. Pero no la descarto.
ResponderEliminarSaludos
Hola, hola, hola mis querid@s drug@s. Entretenido y emocionante por un lado. Demasiadas cosas increibles o traídas por los pelos por el otro.
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