Editorial: | |
Año de edición: | 2023 |
Páginas: | 304 |
P.V.P. | 19,95 euros |
Traductor: | Elia Maqueda López |
Sinopsis:
Todo comienza una noche de verano de 1985. Tres adolescentes han estado bebiendo. Deciden coger un coche y, en un instante, todo cambia en Division Street. Cada una de sus vidas y la de Ben Wilf, un joven médico que acude al lugar del accidente, se hacen añicos. Para la familia Wilf, las circunstancias que rodean este terrible accidente se convertirán en un secreto insondable, tan grave que no volverán a hablar de ello.
En Division Street ha pasado el tiempo. Cuando llegan los
Shenkman -un matrimonio joven que espera un bebé-, la vida sigue como si el
accidente nunca hubiese ocurrido. Pero Waldo, el hijo solitario y especial de
los Shenkman, un chico fascinado por la belleza del mundo y con una habilidad
innata para encontrar conexiones en todas partes, se hace amigo del doctor
Wilf, que ya está jubilado y sufre por el deterioro de su esposa, y el pasado
se precipita en su vida de formas que nadie esperaba.
Fuente: web de la editorial
Opinión personal:
No sé qué atrajo mi atención de este libro, el caso es que el
flechazo fue inmediato. Aunque ha resultado ser una lectura muy amena, siento
que no he sabido captar su esencia y no la he disfrutado tanto como esperaba. ¿Y
qué es lo que esperaba? Pues una historia pincelada con cierta dosis de
suspense porque en su sinopsis se menciona, en una misma frase, un terrible
accidente y un secreto insondable. Creía que este accidente que ocurre al
comienzo del libro iba a tener un mayor protagonismo, sin embargo, será solo un
sutil trasfondo. Y lo que realmente me he encontrado es con una historia sobre
el duelo y el arrepentimiento que salpicará a dos familias.
Avalon, 1985. El verano toca a su fin, las clases están a
punto de comenzar cuando tres estudiantes sufren un accidente de coche. Una de
las chicas fallece y su muerte será para siempre una mancha en el alma de los
otros dos jóvenes. Este momento de imprudencia alterará la trayectoria de sus
vidas, proyectando una larga y amenazante sombra que tendrá graves
consecuencias a largo plazo. Años más tarde, el pasado regresa con una fuerza
dolorosa cuando Waldo Shenkman, un niño que vive al otro lado de la calle,
entabla amistad con el padre de los jóvenes involucrados en el accidente.
Señales en la noche se inicia con un accidente que será el trágico evento que
desencadena todo el trasfondo emocional de la historia. Una historia que se
convierte en una mirada perspicaz a las vidas de dos familias judías, de cómo
llegan a entrelazarse de manera imprevista poniendo en marcha una cadena de
eventos que las van a transformar para siempre. Los Wilf, afectados por el accidente
de tráfico y cuyo trauma enterrarán profundamente, ocultándolo bajo el silencio
durante décadas por su propio terror y vergüenza, un secreto que jamás será
verbalizado. Y los Shenkman, con su brillante pero introvertido hijo pequeño, la
complicada relación que tendrá con su padre y la eventual pérdida de un ser
querido.
La estructura de esta novela ha sido todo un desafío para mí
porque la linealidad cronológica se rompe con constantes saltos en el tiempo,
adelante y atrás, para mostrarnos las vicisitudes y los momentos cruciales de
estas dos familias que viven en la misma calle de la pequeña localidad de
Avalon. A eso hay que sumarle la escasez de diálogos y que los sucesos están
contados desde múltiples perspectivas, lo que en ocasiones ralentizará la
lectura y te podría desvincular de los personajes, que son los que van a
impulsar la trama. Defectuosos todos ellos y bien perfilados, que lidian con el
dolor, el arrepentimiento, la culpa, la soledad o los silencios durante una
horquilla temporal de tres décadas y media. De las repercusiones de un secreto
ocultado que comienza a echar raíces y acaba definiendo a cada uno de ellos. Me
ha parecido conmovedor el personaje de Waldo, un niño superdotado que parece
tener una visión especial del mundo. Es un ser tremendamente especial, amante
de las estrellas y las constelaciones, al que acabas cogiéndole cariño.
Con una prosa sencilla, escrita con mucha sensibilidad y
siguiendo el itinerario marcado por un hábil narrador omnisciente que alterna
el foco de atención sobre los personajes, la autora muestra todo su talento al
pintar un vívido retrato de cómo el arrepentimiento y el dolor dan forma a
nuestras vidas y a nuestras relaciones. Aunque, al mismo tiempo hay un mensaje
de esperanza.
Sintetizando: Señales en la noche es un drama familiar
de cadencia pausada y personajes tangibles y convincentes que son los que
impulsan una trama articulada en una estructura tan inusual que te sorprenderá.
Una historia con múltiples líneas temporales que comienza
con una imprudencia de adolescentes que alterará la trayectoria de sus vidas y bajo
la que subyacen temas como la culpa, los secretos familiares, los silencios o
la soledad.
Parece una lectura Honda pero no para cualquier momento. Me dejas con dudas, la verdad
ResponderEliminarBesos
A mí también me ha intrigado, quizá más adelante me animo con él ^^
ResponderEliminarNo pinta mal. Podría animarme si se cruza en mi camino.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gusta cambiar de género y no echar raíces en el mismo, me lo apunto porque me has convencido con esta bonita reseña. Besos
ResponderEliminarMe gustan los dramas familiares pero no suelen caer en mis manos títulos que cumplen finalmente con las expectativas que prometen. Me llevo este anotado, gracias
ResponderEliminarNo lo tengo claro, hay algo que me atrae de la historia pero también alguna otra cosa que me frena. De momento queda apuntado pero no entre los primeros de mi lista. Besos
ResponderEliminarLo de pausado me echa para atras, lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarSaludos
Hola Marina, pues no me llama mucho eso del drama familiar y el duelo... lo dejo pasar.
ResponderEliminarUn besazo
Good review.
ResponderEliminarhttps://www.melodyjacob.com/