Editorial: | |
Año de edición: | 2025 |
Páginas: | 432 |
P.V.P. | 21,90 euros |
Traductor: | Paula Parra |
Opinión personal:
Es un hecho, para quienes pasáis habitualmente por aquí, que
siento una especial predilección por las series nórdicas. Procuro no dejar
pasar ninguna, menos aún si viene firmada por una mujer y cuenta con el plus de
tener una adaptación televisiva, como es el caso. Hoy os hablo sobre la primera
entrega de esta serie policíaca ambientada en la localidad sueca de Åre.
La historia arranca un oscuro amanecer de invierno, en 2019, pocas
semanas antes de Navidad, cuando la temporada de esquí en Åre está a punto de comenzar.
Un operario de los telesillas encuentra el cuerpo congelado de una chica en una
de las sillas. El hallazgo desencadena una investigación que estará encabezada
por el inspector Daniel Lindskog, pero como toda ayuda es poca contratan
temporalmente a la agente de policía de Estocolmo Hanna Ahlander, quien se ha mudado
recientemente a la casa que su hermana tiene en Åre, huyendo de su pasado…
Una lectura dinámica marcada a golpe de capítulos de corta
extensión y un ritmo desigual, con tramos que se dilatan en exceso porque la
autora se detiene en los conflictos personales de sus protagonistas y, en
ocasiones, esas introspecciones ralentizan el avance del caso, difuminando la
tensión.
Sus dos protagonistas son el motor que impulsa la historia.
Hanna, una agente que no pasa por su mejor momento personal ni profesional y
llega a Åre en busca de un nuevo comienzo; y Daniel, el policía local que
encarna el peso de la rutina y de la vida en un entorno pequeño. Unos
personajes que intentan compaginar trabajo y vida privada, aunque no siempre lo
consiguen.
Lo mejor del libro está en su ambientación, que no funciona
como mero telón de fondo. El lector puede sentir esa climatología adversa con
temperaturas bajo cero, la nieve y el aislamiento, que actúan como tensores
narrativos y condicionan la vida, las decisiones y hasta las emociones de los
personajes. Viveca Sten no se limita a contarnos una investigación policial,
sino que va trazando poco a poco el retrato de una comunidad pequeña, donde
todo el mundo esconde algo y donde el silencio puede ser tan peligroso como la
nieve que lo cubre todo.
En definitiva, una novela policíaca autoconclusiva que marca
el inicio de una nueva serie y cumple con lo que promete. Con ella vas a sentir
que la naturaleza, en los paisajes del norte, puede ser tan hermosa como
implacable, y que el frío no siempre viene del clima. Después de décadas
leyendo noir nórdico, confirmo que esta autora se ha ganado un merecido
hueco en mis estanterías. Y el placer ha sido doble, porque ya he podido ver la
serie en Netflix.
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