Editorial: | |
Año de edición: | 2025 |
Páginas: | 336 |
P.V.P. | 20,95 euros |
Traductor: | Claudia Casanova |
Opinión personal:
Esta autora se ha convertido en una de mis habituales del
año, tanto con la serie protagonizada por el inspector Jimmy Perez como la
dedicada a Vera Stanhope. No fue una decisión planificada ni una deuda
pendiente que quisiera saldar, sino más bien un agradable encuentro fortuito
que propició que acabara leyendo cuatro de sus novelas casi sin darme cuenta.
Hoy os hablo de la tercera entrega de la serie Shetland, que
comenzó con Cuervo negro y continuó con Noches blancas. Todas
ellas están protagonizadas por un inspector de apellido español y sirvieron,
además, de inspiración para una conocida adaptación televisiva que puede verse
en Filmin. Aunque ya os aviso que la adaptación no es en absoluto literal, hay
grandes diferencias.
La trama nos sitúa en Whalsay, una pequeña isla del
archipiélago de las Shetland. El descubrimiento de unos restos humanos durante
unas excavaciones arqueológicas y la posterior muerte de una anciana excéntrica
y solitaria tras un desafortunado percance, despiertan viejos temores, Aunque
en un principio el suceso parece un accidente, el inspector Jimmy Perez
sospecha que hay algo más detrás. En una isla donde todos se conocen, la
investigación amenaza con romper el frágil equilibrio de la comunidad y obliga
a sus habitantes a enfrentarse a un pasado que creían enterrado…
Partiendo de esta intrigante premisa, la autora teje una
novela de suspense policíaco que se cuece a fuego lento, tónica general en sus
novelas, tomándose su tiempo en presentar a los personajes y sus circunstancias
personales a lo largo de los breves capítulos. Brillando con luz propia tenemos
a Jimmy Perez, descendiente de un superviviente del naufragio de un barco de la
Armada Invencible. Un policía alejado de los arquetipos del género, muy humano,
cuya mayor virtud es saber escuchar. Perez observa, espera, deja espacio. No
fuerza las confesiones ni busca atajos, porque sabe que en Shetland las
respuestas no se obtienen con prisas. El resto de personajes están dibujados
con la misma precisión. Nadie es del todo inocente, pero tampoco completamente
culpable.
La ambientación es otro de los pilares de la novela. Las escocesas
islas Shetland no son un simple telón de fondo, sino una presencia constante
que condiciona el ánimo de sus habitantes. El viento, el mar, el aislamiento y
la sensación de estar siempre expuesto, crean una atmósfera densa que impregna
cada página. En cuanto al desenlace, tengo que decir que no hay muchas
sorpresas, pero sí una sensación de cierre sólido y creíble.
En definitiva, esta tercera entrega de la serie Shetland ofrece una lectura entretenida, perfecta para pasar una buena tarde de sofá, manta y libro. Es una novela ideal para lectores que disfrutan de historias que se cocinan a fuego lento y sin necesidad de recurrir a excesivos giros argumentales.






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