Editorial: | |
Año de edición: | 2025 |
Páginas: | 432 |
P.V.P. | 22 euros |
Traductor: | Maribel Campmany |
Opinión personal:
Donato Carrisi se ganó a pulso un lugar de honor en mis
estanterías con Lobos, un libro que fue reeditado una década después por
Duomo Ediciones bajo el título de El susurrador, y que me hizo adicta a
este género literario. Es todo un maestro contando historias que consiguen
atraparte desde el inicio como a un insecto en una espesa tela de araña,
impidiendo que sueltes el libro e instándote a buscar cualquier resquicio de tu
tiempo para dejarte envolver por un misterio insondable que se intensifica y
enreda con el avance de sus páginas. Esta novela es un intento valiente del
autor por transitar un terreno distinto al que nos tiene acostumbrados y, en
cierta medida, lo consigue, pero para mí no es uno de sus mejores libros.
La trama comienza con un terrible incendio que arrasa un
edificio de tres plantas, en el corazón de los Alpes suizos, donde se alojaban
doce pequeñas de seis años y tres monitoras que estaban allí de campamento. Solo
once de las pequeñas lograron salir con vida, pero falta Aurora, que será
declarada desaparecida. Nunca encontraron sus restos, ni siquiera una muestra
de ADN. A partir de esa ausencia se teje un relato que explora las
consecuencias íntimas y morales de la pérdida en una madre…
En esta nueva novela, totalmente independiente y
autoconclusiva, he echado de menos esa esencia Carrisi que ha estado presente
en la mayoría de los títulos que ha publicado. Su estilo narrativo está
completamente ausente, le faltan algunos elementos que son su sello personal. Me
refiero a esos finales tan sorprendentes e inesperados que te dejan la
mandíbula a la altura del tobillo o los ríos de sangre que impregnan sus
páginas. Tampoco aquí hay un ritmo frenético y en momentos puntuales la tensión
se difumina, con escenas un pelín forzadas, con pistas evidentes y un final
innecesariamente abierto.
Serena, la protagonista en torno a la cual pivota gran parte
del drama, se aparta de los arquetipos habituales de madre coraje. La
que era una mujer fría y emocionalmente distante acostumbrada al control, al
orden y al éxito, se ve arrojada a un descenso progresivo a un infierno sin
fondo. El incendio y la pérdida de Aurora la obligan a enfrentarse al rol de
madre que nunca deseó. Su vida de bróker descaradamente rica y acomodada en
Milán se tambalea cuando la culpa, la ausencia y el desconcierto se instalan
como sombras permanentes. Sin embargo, su comportamiento es contradictorio e
incomprensible, de ahí que no haya podido empatizar con ella ni sentir su dolor
por la pérdida de su pequeña. Pero, en conjunto, ha sido una lectura muy
entretenida.
En definitiva, una combinación de thriller y drama
psicológico centrado en la maternidad, el dolor de quienes sobreviven a la
pérdida, la culpa, las secuelas del trauma y los límites de lo que somos
capaces de hacer por quienes amamos. Con este autor no puedo ser objetiva ni
aunque me lo proponga, pero esta novela no llega al nivel que me tiene
malacostumbrada. Aun así, ¿cómo no recomendarla?






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